Todo sonaba muy bien: ofertas de viajes estupendas, familiares y amigos que ya las habían disfrutado y el respaldo de las aerolíneas más grandes de México.

Había vuelos de avión a destinos en México, Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, y además se ofrecían hospedajes y hasta viajes en crucero a precios increíbles.

No había publicidad masiva, eran ventas exclusivas y privadas, que se realizaban a través de grupos cerrados de WhatsApp y Facebook a los cuales se entraba por invitación.

Pero todo se trataba de un elaborado esquema piramidal que acaba de derrumbarse en México, con cientos de personas afectadas y una defraudación que se estima supera los US$10 millones.

La cifra es apenas la primera que se conoce una semana después de que se destapó el caso, por lo que abogados creen que puede crecer, tanto en víctimas como en dinero comprometido.

¿Por qué tanta gente cayó en las ofertas que eran increíbles?

La operación de esta pirámide inició en 2016, pero apenas se está conociendo, y conforme más víctimas surgen, más se conoce del presunto fraude que inició la empresa Vía Maroma y su directora, Mónica Ribay.

Los extraños "costalitos"

Paquetes de hasta ocho boletos al precio de uno, en clase ejecutiva, con fechas de viaje abiertas, algunos con cruceros y estancia en hoteles eran llamados "costalitos".

Todos debían ser pagados en cuentas de banco personales, no en la aerolínea o en compañía alguna.

Un vuelo de México a los más populares destinos de Europa para cuatro personas por unos US$900. O a países de Asia por US$1.100. O a Estados Unidos y Canadá por US$500.

Un crucero de 8 noches en Alaska para dos personas con vuelos incluidos costaba unos US$1.600.

Ofertas que muchos de los compradores de hecho disfrutaron y gracias a lo cual otros clientes confiaron en que eran reales.

"La persona que me lo estaba vendiendo yo la conozco, a su familia, su posición económica. Y ella no tiene la necesidad de estar estafando gente. Y me pareció confiable", dice a BBC Mundo María Reneé, una joven mexicana que compró un viaje a Las Vegas.

Su paquete para inicios de 2018 era de un vuelo con Aeroméxico al 2x1, con estancia en el exclusivo hotel-casino Bellagio, por el equivalente en pesos de US$505.

Hoy ese mismo paquete, al costo más bajo, cuesta más de US$1.400.

"Se me hizo raro y antes de hacer el depósito le pregunté si era real. Me dijo que sí, que ella ya había viajado con esas promociones. Y ya luego la hicieron vendedora", explica María Reneé.

La operación de Vía Maroma

Varios despachos de abogados están trabajando con los afectados y han comenzado a identificar cómo es que funcionaba este esquema piramidal.

Se sabe que Vía Maroma tenía entre 10 y 20 vendedores que lanzaban ofertas de tiempo muy limitado a través de los grupos de WhatsApp y Facebook.

Esos vendedores a su vez tenían a personas trabajando para ellos.

Las ofertas solían "caducar" en menos de 24 horas, lo que generaba presión a los compradores.

Los compradores recibían un "certificado" que incluía la imagen de la compañía Aeroméxico, lo que daba cierta confiabilidad, como pudo comprobar María Reneé.

Desde 2016 muchas personas viajaron con estas ofertas, pero en junio pasado comenzaron los problemas para muchos de los más de 500 afectados que hasta ahora han hecho reclamos.

La semana pasada, Aeroméxico se deslindó de estas ventas, lo que inició la ola de denuncias de muchos de los compradores que reclaman el dinero que pagaron a Vía Maroma.

"Aeroméxico nunca solicita a los usuarios depósitos a cuentas personales", dijo la aerolínea, que rechazó participar en ventas por redes sociales o grupos de mensajería instantánea.

Un anzuelo

El abogado Rodolfo Pérez, quien con su despacho asegura representar a 180 víctimas, asegura que se trata de un esquema ponzi o defraudación piramidal.

"A la persona le dan un primer viaje, que es el anzuelo, después se le dice que hay una oferta para el año que viene a precios que ni siquiera son costeables para una aerolínea. Son familiares a veces los vendedores, entonces todos caen en este esquema", dijo Pérez a la televisora Milenio.

El dinero de varias personas es usado para comprar los boletos de un cliente, lo que permitía que algunos de los compradores efectivamente viajaran con el paquete adquirido.

Los pasajes adquiridos también eran revendidos por los clientes a sus familiares o amigos, lo que hacía más grande la cadena.

"Luego la cabeza de la pirámide ya no puede cumplir y se retira con el dinero que obtuvo, sin cumplir con lo acordado. Está totalmente hecho para defraudar a estas personas", considera Pérez.

Temor a denunciar

Mientras que algunos afectados ya están en contacto con abogados y han presentado denuncias, muchos son los que temen que las acciones legales involucren a familiares o personas cercanas, como ciertos vendedores.

Una demanda contra Vía Maroma y Mónica Rabay podría llevar a la justicia a investigar toda la cadena.

Mayte Tenorio cree que los intermediarios que vendían vuelos "son los que peor la están pasando".

"Consideremos que ellos también compraban. Les ofrecieron el beneficio a sus familias, amigos. Y sí, claro que ganaron dinero de comisiones, pero al final era su trabajo. No estoy segura de que tomar acción legal en contra de ellos vaya a resolver el problema. Yo estoy convencida de que mi vendedora no me quiso robar", dijo Tenorio.

Algunos vendedores han enviado correos electrónicos a sus clientes en los que señalan que también son víctimas y que están recurriendo a abogados.

Los despachos que están atendiendo los casos han sido enfáticos en que solo a través de las denuncias puede haber una vía legal para recuperar el dinero que hoy parece perdido.

"Desequilibrio económico"

Desde que se destapó este caso, Mónica Rabay, la directora de Vía Maroma, ha negado que se haya cometido un fraude.

"No hay ningún tipo de fraude y nada que se pueda comprobar. Yo no tengo ningún recato en que chequen absolutamente. No hay nada de que el dinero fue usado ni para otra función que no fuera exactamente para los viajes, ni para hacerme rica", dijo en entrevista con el diario Milenio.

Rabay asegura que todo el problema se debe a un "desequilibrio económico" en las finanzas de Vía Maroma, pues en un momento pasaron de 800 a más de 3.000 los paquetes de vuelos comprados y la empresa ya no pudo sostener las tarifas promocionales.

"Probablemente se nos fue de las manos, fuera de control. Entre la forma en que se vendía que era por WhatsApp que yo equivocadamente lo tuve que hacer y no hay forma de controlar y la otra parte era de la cantidad de boletos", dijo a Milenio.

Por eso se dio la suspensión de entrega confirmación de entrega de vuelos, pero promete hacer las devoluciones de dinero en cuanto tenga listo un plan de pagos.

No obstante, representantes de Aeroméxico han dicho que no tienen ningún tipo de acuerdo con Vía Maroma o Mónica Rabay para la venta de vuelos a precios de promoción.

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