Diversas críticas generaron las indicaciones del gobierno al proyecto de ley de la Reforma Laboral. Tanto desde la oposición como el empresariado, los movimientos gremiales rechazaron las modificaciones a la iniciativa que, acusan, se estaría abriendo a posibilitar un reemplazo interno en la huelga.
La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa (PC), fue una de las más críticas. En entrevista con La Tercera, la dirigenta hace un llamado a la Presidenta Michelle Bachelet a tener un rol más protagónico en la impulsión de la iniciativa.
La Presidenta debe asumir un rol claro, potente y firme en la discusión de la Reforma Laboral
"La Presidenta debe asumir un rol claro, potente y firme en la discusión de la Reforma Laboral (...) No le ha faltado claridad, sino que creo que no se ha querido oír con atención las señales de la Presidenta", dijo agregando que le gustaría que la Mandataria jugara el rol que ocupó tras referirse al fallo del Tribunal Constitucional (TC) que tildó de "discriminatoria" la glosa presupuestaria sobre la gratuidad.
Y agregó: "Cuando nos reunimos con ella, y estaban presentes los ministros de Hacienda y Trabajo, fue muy clara en señalar que habían pilares estructurales que había que respetar". Consultada por un posible camino distinto que habrían tomado los ministros, Figueroa puso en duda la convicción de los secretarios de Estado con el programa del gobierno.
No todos tienen la misma convicción con el programa que tiene la Presidenta
"Por dos cosas. Primero, no todos tienen la misma convicción con el programa que tiene la Presidenta. Segundo, porque hay intereses de diversa índole que están operando en este desafío. Además, no puedes estar como Jefa de Estado permanentemente detrás de los ministros para ordenarlos.", dijo.
Consultada por la sensación que le dejaron las indicaciones del Ejecutivo, la dirigenta afirmó que "no podría hablar de sorpresa porque esta arremetida por impulsar moderaciones a la Reforma Laboral ya era una señal que habíamos visto. Hace un par de semanas que hemos tenido que dedicarnos a contener las ansias de algunos sectores por tratar de vulnerar algunos de los pilares fundamentales del proyecto".
Y sentenció: "Evidentemente es complejo enfrentarse a indicaciones que finalmente logran concretar lo que habíamos logrado detener (...) El Ejecutivo no logró imponer la intención que nos plantearon en algún momento desde los ministerios de Hacienda y Trabajo".
El gobierno se autoimpuso como plazo el 31 de enero para despachar el proyecto de ley de la Reforma Laboral. Las iniciativas del Ejecutivo pusieron en duda la posibilidad de realizar un reemplazo interno en la huelga, en tanto éstas permiten que el empleador realice "adecuaciones" con los trabajos no adheridos al movimiento sindical de una empresa.
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