Un violento turbazo a plena luz del día afectó a una mujer de 70 años en su domicilio de la comuna de Independencia, en la región Metropolitana.
Alrededor de las 15:00 horas del jueves, al menos cinco sujetos llegaron hasta su vivienda en la Población Juan Antonio Ríos de esa comuna, y tras derribar la puerta de entrada, hiriendo a la adulta mayor, comenzaron a registrar el inmueble para concretar el robo.
Gloria De Vicenzi Salva, la víctima, ya había contado que una vez que los delincuentes ingresaron a su casa, abrazó a uno de ellos para pedirle que no le robaran.
En conversación con Tu Día, la mujer detalló que ella comenzó a sentir un ruido como si estuvieran cortando fierro, pero pensó que su vecino podía estar realizando algún trabajo. Luego de eso vino un “estruendo fuerte”. Los delincuentes habían botado la puerta del antejardín.
“Y como la de acá (entrada) estaba con doble seguro y dos pestillos enormes, empezaron a golpear a puntapié la puerta. Eran cuatro chiquillos, yo diría que entre 16 y 20 años, más no tenían. Y ahí me cae la puerta encima, me cayó en el ojo y en la cara”, relató Gloria, quien tiene diabetes y tinnitus, por lo que sus oídos no funcionan del todo bien.
Sobre el encuentro cara a cara con el delincuente, y cómo fue que se le ocurrió abrazarlo, la mujer relató al matinal de Canal 13 que mientras el grupo subía al segundo piso para robar, “uno, que era el más jovencito, quedó abajo conmigo apuntándome con un destornillador”.
“Yo me acordé que había leído por ahí que a esta gente había que apapacharla. En vez de llevarle la contra, apapacharla. Y lo abracé, era tan flaquito que una guagua me cabía aquí entremedio de mis brazos, y le digo: ‘Hijo lindo, no hagas esto. Pero lo único que te pido es que si tú me vas a hacer daño, por favor mátame altiro. No me dejes malherida porque yo soy sola, no tengo quien me cuide. Qué hago si quedo malherida, así que por favor mátame’”, continuó, visiblemente emocionada por lo que le tocó vivir.
“El chico se vio tan impresionado con el cariño que yo le daba abrazándolo, que ha dejado el destornillador encima, a los pies de la foto de mi nieto que está en el cielo, porque mi nieto falleció hace poco, y… ‘No mamita, si no le voy a hacer nada’. Fue todo lo que me decía… la plata, la plata, la plata. Y los que subieron no hablaron”, cerró.