El pasado 29 de julio, un violento asalto a una sucursal de Servipag en Hualpén, terminó con el cajero Pablo Ramírez –de 34 años- con un 30% de su cuerpo quemado.

Su atacante quedó en prisión preventiva por los delitos de homicidio frustrado y robo calificado, mientras Ramírez fue trasladado al Hospital de la Mutual de Seguridad en Santiago, desde la Región del Biobío.

Tras dos semanas de cuidado intensivo, el parte médico del trabajador mostró un favorable avance, pues según informó el médico jefe de la Unidad de Cuidado Intensivo y Quemados del hospital, Alberto Muñoz, a la fecha se verifica una condición satisfactoria”, ya que Ramírez se comunica de manera normal, se alimenta y comienza a dar sus primeros pasos de manera asistida.

En ese sentido, su equipo médico estima que en una semana ya podría dejar la Unidad de Cuidados Intensivos Quemados.

Luego de su traslado a Santiago, Ramírez fue intervenido quirúrgicamente el 4 de agosto mediante una escarectomía, en la que se le injertó piel sana. Esa misma semana se le desconectó del respirador mecánico y gradualmente volvió a comunicarse con sus familiares y visitantes, además de comenzar a alimentarse por medios propios.

Su caso incluso motivó a una marcha contra la delincuencia en Hualpén convocada por su familia, la que agrupó a cientos de personas.

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