Este sábado El Mercurio dio a conocer una nueva cifra que destaca nuevamente el problema de evasión del sistema de transporte público. El 4,4% de los pasajeros fiscalizados entre el 2 de enero y el 29 de julio de este año fueron multados, pero de esos evasores dos tercios no se presentaron en el juzgado de policía local, por lo que solo 12 mil de los 856 mil pagaron sus sanciones.
Esto generaría pérdidas que, según el ministerio de Transportes, ascienden a US$150 millones al año, lo que implicaría a largo plazo solicitar mayor ayuda al subsidio estatal o de incrementar la tarifa del transporte para poder costear los pagos del sistema.
En cuanto al plan de fiscalización, solo 267 funcionarios están destinados a controlar la evasión, de los cuales 80 efectivamente salen a las calles. Si a eso se le suma que tiene que vigilar a más de 6 mil buses y a cerca de dos millones de pasajeros que día a día utilizan el transporte público, la eficacia del plan registra una importante falencia.
Según expertos en la materia, las falencias en el sistema se deben a que las fiscalizaciones se realizan en los mismo lugares, a la misma hora y que los usuarios al ver que serán fiscalizados se bajan del bus o bien, pagan su pasaje que anteriormente no habían validado.