En el marco de la pronta llegada de la Pascua de Resurrección en Semana Santa, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) inició una serie de fiscalizaciones para verificar que las empresas cumplan con la normativa respecto a la venta y fabricación de los infaltables huevitos de Pascua.
En ese contexto, el director del Servicio, Andrés Herrera, hizo un llamado a que los consumidores compren siempre en el comercio formal, ya que "el adquirir productos alimenticios en comercio no establecido, además de ser una falta, representa un potencial peligro para la salud de quien lo adquiere, volviéndose aún más complejo al tratarse de alimentos que se disponen a niños, niñas y adolescentes".
Asimismo, añadió que quienes comercialicen este tipo de productos, deben informar veraz y oportunamente sobre la composición de este e incorporar los sellos "altos en" cuando corresponda.
"Chocolates" que no son chocolates:
Asimismo, el Sernac reveló que analizó 199 productos comercializados como chocolates, de los cuales, 34 no eran tales y debían ser comercializados como "sucedáneos de chocolate". Esto representó el 17% de los productos analizados.
La entidad señaló que estos productos eventualmente estarían incumpliendo su etiquetado, por lo que serán oficiados y se tomarán las acciones pertinentes.
Además, de los 199 productos analizados señalaron que 190 tenían como primer componente el azúcar. Es decir, un 95% de los productos analizados tienen más azúcar que materias de chocolate.
¿Qué debe contener un chocolate para ser considerado como tal?
El Sernac explicó que los chocolates se fabrican a partir de semillas de cacao fermentadas y tostadas, transformadas en una pasta.
Según el Reglamento Sanitario de Alimentos (RSA), debe contener al menos un 20% de sólidos de cacao, incluido un 18% de manteca de cacao. Pueden agregarse hasta un límite de un 40% del peso total del producto terminado, otros ingredientes alimenticios.
Los sucedáneos de chocolate reemplazan parte o toda la manteca de cacao por grasas vegetales, manteniendo ingredientes típicos del chocolate y ciertos requisitos de sólidos no grasos de cacao y humedad.
La regulación exige etiquetar claramente los sucedáneos con "sabor a chocolate" (ejemplo" huevos con sabor a chocolate").
Finalmente, señalaron que la información presente en el rotulado no debe inducir a error o engaño a las personas consumidoras y debe ser posible de comprobar.
