La ministra en visita de causas de Derechos Humanos Paola Plaza rechazó reabrir la investigación por la muerte del poeta Pablo Neruda ocurrida en septiembre de 1973, solo días después del golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende.
La magistrada se hizo cargo de cada uno de las diligencias solicitada por la familia del poeta y el Partido Comunista y las desestimó todas por considerar que resultan inconducentes, ya fueron realizadas y resultan tardías.
“Como reflexión final, aun cuando la parte querellante Partido Comunista de Chile sostenga a fojas 4950 que ‘el Estado no ha empleado todos los medios a su alcance para averiguar la verdad’, basta la revisión del proceso para constatar que todos los recursos disponibles se han puesto al servicio de la investigación, que ha incluido la intervención de expertos nacionales y extranjeros y el uso de tecnologías inéditas en la indagación criminal, más la obtención de relatos de testigos, pericias de diversa índole, búsqueda de documentos e informes policiales, entre muchos otros, abarcando cada arista propuesta por las partes para el esclarecimiento de los hechos”, dice el texto.
En febrero pasado, la familia de Pablo Neruda aseguró que peritos internacionales demostrarían que el poeta había sido envenenado y que su muerte se debía a esta situación y no al cáncer de próstata que padeció los últimos años de vida.
Recordemos que Neruda había sido senador de la República por el Partido Comunista y también fue embajador de Chile en Francia durante el Gobierno de Salvador Allende.
Nuevas indagatorias por muerte de Neruda
En 2017, científicos de un laboratorio canadiense encontraron la bacteria 'Clostridium botulinum' en una muela del cuerpo de Neruda, sin embargo, no se pudo confirmar que haya sido introducida en su cuerpo de forma intencional.
Fue la propia justicia chilena la que convocó a un penal de expertos internacionales para intentar aclarar la muerte del poeta, por lo que las universidades de McMaster de Canadá y la de Copenhague de Dinamarca encabezaron los estudios.
La investigación judicial de la muerte de Neruda, premio Nobel de Literatura 1971, comenzó luego de que en 2011 su exchofer, Manuel Araya, relatara a la prensa que el poeta pudo ser envenenado por la dictadura de Pinochet.
Araya aseguró que Neruda no estaba tan enfermo como para ser ingresado en una clínica el 19 de septiembre de 1973, sino que fue una estrategia para partir al exilio a México.