En todo un éxito se ha transformado la película “La Sociedad de la Nieve” estrenada en Netflix.
La cinta, que cuenta la historia de los 16 rugbistas uruguayos que sobrevivieron 72 días en la Cordillera de Los Andes tras sufrir un accidente aéreo en octubre de 1972, no recaudó grandes números en los cines pero en el streaming fue todo lo contrario: rápidamente se metió en el top 10 mundial.
A este logro se suma que la película está entre las precandidatas para las nominaciones a Mejor Película Internacional de los Premios Oscar 2024.
La historia, conocida popularmente como la Tragedia de Los Andes, ya había sido contada cinematográficamente gracias a la película estadounidense “Viven”, estrenada en 1993. No obstante, “La Sociedad de la Nieve” cuenta con un particularidad.
Gran parte de la historia es contada por Numa Turcatti, uno de los pasajeros del fatídico vuelo pero cuya historia no es muy conocida, en un relato donde los nombres de Roberto Canessa y Fernando “Nando” Parrado son los más populares al ser quienes lograron encontrarse con el arriero Sergio Catalán, quien avisó a las autoridades para que los salvaran.
Numa Turcatti, el desconocido héroe de la “Sociedad de la Nieve”
Numa Turcatti era un estudiante universitario, a punto de graduarse de procurador y quien no tenía que estar en el vuelo. Esto porque prácticamente no conocía a nadie del equipo de rugby Old Christians, los principales pasajeros del accidentado avión de la Fuerza Aérea Uruguaya.
El joven se embarcó en el avión solo por invitación de su amigo, Gastón Costemalle, compañero de él en la universidad y parte de los Old Christians. Lamentablemente, Costemalle murió en el impacto contra la Cordillera de Los Andes tras salir expulsado del avión luego de que este se partiera al chocar con la montaña.
Turcatti, que cumplió los 25 años en las montañas, salió ileso del accidente y de la posterior avalancha que sepultó por cuatro días el fuselaje del avión. Debido a su buen estado, fue uno de los más activos en las expediciones para buscar ayuda. Estuvo en la primera expedición que tenía por objetivo llegar a la cola del avión (sin éxito) y en la segunda que buscaba la cima de una montaña para ver qué había al oeste, la que casi le cuesta la vida al grupo al tener que pasar la noche a la intemperie.
Numa estaría en la expedición final en dirección a Chile pero no pudo ser parte finalmente por una herida en una pierna que le impedía caminar. Al volver al fuselaje donde estaba la mayoría de los sobrevivientes, la lesión se infectó y la salud del joven empezó a deteriorarse rápidamente.
Su estado lo llevó a perder el apetito y dejar de comer, incluso. Finalmente, Numa Turcatti murió el 11 de diciembre de 1972, 61 días después del accidente y solo 11 días antes de que Canessa y Parrado encontraran ayuda. Fue la última víctima de la tragedia.
Su muerte, la número 29 de los 45 pasajeros, golpeó fuertemente al grupo. El joven, además, se despidió dejando el siguiente mensaje escrito en un papel: “No hay amor más grande que aquel que da la vida por los amigos”, lo que resultó ser un extracto del Evangelio de San Juan.
En su libro “Milagro de Los Andes”, Fernando Parrado lo recordó de la siguiente manera: “Aunque la mayoría no le conocíamos antes del accidente, se había ganado rápidamente la amistad y la admiración de todos los supervivientes. Numa dejaba sentir su presencia a través de actos heroicos silenciosos: nadie luchó tanto por que sobreviviéramos, nadie nos inspiró tanta esperanza y nadie mostró tanta compasión por quienes más sufrían”.
El papel de Numa Turcatti fue encarnado por el actor uruguayo Enzo Vogrincic.