En medio de la investigación del asesinato del suboficial Daniel Palma, surgió un antecedente en relación a uno de los vehículos que participaron en el crimen y que, pocas horas de su ocurrencia, fue recuperado por Carabineros.
Se trataba de un auto Chevrolet Sonic color azul, el cual posteriormente se conoció que estaba inscrito a nombre de un funcionario del Ejército.
Según recoge La Tercera, concretamente pertenecía al suboficial Boris Medina Cifuentes, perteneciente al regimiento Caballería N°3 Húsares de Angol, quien prestó declaración por el caso, señalando que arrendaba el vehículo a los sujetos.
"En el mes de marzo del año 2022, no recuerdo el día exacto, le entregué a cargo mi vehículo (...) a un conocido que mantengo en la ciudad de Concepción de nombre Bladimir Alexis Díaz Pardo (...) A él lo conocí por medio de un grupo de WhatsApp de conductores de la aplicación Uber; con el fin de que este lo trabajara como Uber, quedando de acuerdo que el pago por el auto sería de forma semanal de $ 85.000″, relató.
El suboficial Medina manifestó que durante el 2022 no tuvo problemas con los hombres a los que le arrendaba los autos, hasta enero de 2023, cuando comienza a tener sospechas.
"Este sujeto le pagaba a Bladimir y este me pagaba a mí, siendo algo así como subarriendo del auto. Hasta el 12 de marzo me pagaron sin ningún tipo de complicación, luego de ello, el 20 de marzo, Bladimir me avisó que este venezolano quería comenzar a pagar de forma mensual”, recordó.
Hasta el momento, no hubo problemas, pero por esos días, el militar recibe un mensaje en Facebook de una mujer diciendo que su auto estaba "botado" en calles San Francisco con Coquimbo, la misma esquina donde ocurrió el crimen del suboficial Palma.
“En ese instante yo llamo de inmediato a Bladimir y le pregunto por qué el auto estaba en Santiago abandonado y este me manifiesta que el auto lo tenía el venezolano de nombre Carlos; a lo cual también lo había llamado y también le escribía, pero Carlos no le contestaba”, relató el suboficial Medina.
Posteriormente, el militar quiso hablar directamente con quien conducía su auto, así que le escribió. Entre los investigadores, se cree que esa persona sería Carlos Cortez Flores, que aún permanece prófugo.
Al contactarse con él, le responden que se había ido a Santiago desde Concepción a ver a un primo y había dejado el auto estacionado en la calle y que no sabía que había feria, pero que lo iba a retirar de inmediato.
Ya el 2 de abril, el suboficial quería recuperar su vehículo, ya que desconfiaba de las personas que estaban usando su vehículo.
“Hablé con Carlos y luego llamé al Bladimir para decirle que quería recuperar el auto (...). No me interesaba el pago del auto, quería recuperarlo lo antes posible, quedando de acuerdo que este fin de semana de Semana Santa me entregarían el auto en la ciudad de Concepción”, recordó.
Sin embargo, pocos días después, termina ocurriendo el crimen del suboficial Palma.
