El Ministerio Público ya investiga la posible existencia de tráfico de influencias tras la decisión de Gendarmería de que Eduardo Macaya -condenado por abuso sexual contra dos menores de edad-, pasará los primeros días de prisión preventiva en un módulo hospitalario especial, y no en la cárcel. En una reciente investigación, CIPER revela otro antecedente: el senador Javier Macaya llamó en, al menos, dos ocasiones al Defensor de la Niñez, Anuar Quesille, para plantearle sus inquietudes sobre el caso protagonizado por su padre.
El senador Javier Macaya (UDI) llamó al menos en dos ocasiones al Defensor de la Niñez, Anuar Quesille, para hablar sobre el caso que involucra a su padre, Eduardo Macaya Zentilli, recientemente condenado a seis años de cárcel por abuso sexual contra dos menores de 14 años.
Quesille, que representa a una de las instituciones querellantes del caso, comentó a CIPER que la primera llamada del senador Macaya fue en abril, y que la segunda ocurrió el pasado miércoles 24 de julio.
De acuerdo al mencionado medio, Javier Macaya debió renunciar a la presidencia de la UDI luego de que en una entrevista en Mesa Central, de Canal 13, defendiera a su padre. Como parte de esa defensa dijo que su padre había sido grabado “sin consentimiento”, y cuestionó las versiones de las víctimas, lo que provocó la reacción de la ciudadanía. En esa misma entrevista le preguntaron si él había formado parte de la estrategia jurídica de su padre. Su respuesta: “En ningún caso”.
Anuar Quesille, el Defensor de la Niñez, le dijo a CIPER que la primera vez que el senador Macaya lo llamó, en abril pasado, el parlamentario le comentó si su intervención como querellante correspondía a los “lineamientos” de la Defensoría de la Niñez. Además, dijo Quesille, también le consultó “en qué estaba el caso”:
Quesille mencionó que ha tenido dos llamadas con el senador Macaya, una de esas el pasado miércoles 24 de julio y otra en abril.
Precisamente, a propósito del caso, "donde el senador me comentó que él sabía que nosotros éramos querellantes y que, en definitiva, esto era un tema político y que quería saber en qué estaba el caso. Además, también, manifestándome que tenía preocupación por la situación de las víctimas, la exposición y todos estos temas. Yo le comenté que en la Ley de la Defensoría hay distintas causales que nos permiten intervenir judicialmente. Una de ellas tiene que ver con delitos de alta connotación. Y este, evidentemente, corresponde a los lineamientos de la institución. Y yo le manifesté que esto efectivamente era un tema que respondía a los lineamientos de la institución, pero inmediatamente le dije que nosotros estábamos igualmente a disposición de él y de las familias para apoyar en los temas que tuvieran que ver con la protección de las víctimas del caso.
Quesille precisó sobre la primera llamada de Javier Macaya. Así respondió:
-Yo no había tenido comunicación con el senador y me llamó para preguntarme si esto respondía a los lineamientos institucionales. Mi respuesta fue que sí, que esto efectivamente respondía a los lineamientos institucionales y que no había nada político detrás de esto. Sino que, simplemente, era un caso que cumple con el perfil de aquellos en los cuales la Defensoría de la Niñez interviene judicialmente.
¿El senador le preguntó si este era un tema político?
No, no, me preguntó si esto era un lineamiento institucional. Eso fue lo que específicamente el senador me plantea para consultarme. Yo le dije, sí, es un lineamiento institucional, querellarnos en este caso, bajo el mismo argumento de la ley.
Parte de la defensa del senador Macaya tiene que ver con que hay una suerte de aprovechamiento político, ¿no le planteó ese argumento?
Yo tengo una ventaja y esa ventaja es que la institución de la Defensoría es autónoma, entonces, yo no respondo a las presiones políticas, y por eso mismo seguimos adelante con todas las acciones.
La segunda llamada, que habría ocurrido luego de que se conociera la sentencia contra Eduardo Macaya, habría tenido por objeto manifestar su “preocupación” por la información que se estaba publicando acerca de las víctimas: “Le dije que lo compartía. Estamos hablando de víctimas que sufrieron uno de los delitos más graves, que es violencia sexual. Y la forma en que los medios de prensa están informando esto, como Defensoría de la Niñez, nos preocupa, porque si bien existe la libertad de informar aspectos procesales del caso, hay algunos medios de comunicación que han publicado información bajo las cuales es muy fácil identificarlas. Eso me lo planteó el senador Macaya, me llamó exclusivamente para eso, y yo le dije que coincidía con su visión”, aseguró Quesille.
Por su parte, según CIPER, el senador señaló que ha conversado con el defensor no dos, sino “varias veces” y negó haberle consultado detalles del caso:
-El único foco de conversación con él siempre ha sido ese: plantearle la inquietud por la divulgación de datos de la causa por redes sociales, declaraciones y de prensa, que podrían vulnerar los derechos de menores. Me transmitió haber recogido esa inquietud, y entiendo realizó y realizará gestiones para lograr el resultado, lo que obviamente a la fecha no ha sido del todo efectivo, ya que la causa ha sido bastante expuesta, causando daños en menores que no tienen porque sufrir. Además, descartó absolutamente haber hablado del caso con él en su calidad de querellante del mismo.
Quesille confirmó que ejecutará acciones respecto del tratamiento de información del caso: “vamos a oficiar a los medios de comunicación, no para pedir que bajen (los artículos), sino que simplemente para que se adopten los resguardos necesarios para informar acerca de esta causa, porque está siendo bien compleja”.
Los senadores cumplen un rol crucial a la hora de elegir al director de la Defensoría de la Niñez. Las postulaciones al cargo se hacen a la Comisión de Derechos Humanos del Senado, y luego el pleno debe aprobar el nombre del elegido por dos tercios. Fue el caso de Anuar Quesille, quien el 24 de octubre de 2023 fue electo con el apoyo de 31 senadores.
Fiscalía investiga 'privilegios carcelarios' para Eduardo Macaya
El Ministerio Público abrió una investigación por presunto tráfico de influencias a raíz de los privilegios que habría gozado Eduardo Macaya Zentilli en la cárcel de Rancagua, donde debía cumplir prisión preventiva hasta que la sentencia fuera ejecutoriada (decisión que luego revirtió la Corte de Apelaciones de la misma ciudad, determinando arresto domiciliario).
Según lo señalado por CIPER en su investigación periodística, la apertura de la indagatoria se dio a conocer durante la audiencia de revisión de cautelares del condenado, realizada el viernes 26 de julio en el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de San Fernando. En esta instancia, además, se resolvió que Macaya deberá retornar a prisión preventiva, en tanto, la investigación por presunto tráfico de influencias quedó en manos del fiscal Javier Von Bischoffshausen.
Ambas indagatorias se originan en información publicada hace unos días por El Mostrador. En ella se indicó que Eduardo Macaya ingresó al recinto penitenciario sin esposas, en su camioneta particular y siendo recibido por el jefe de turno.
De acuerdo con el mismo artículo, Macaya se habría saltado la inspección de rigor que reciben todos los reos, siendo derivado directamente al hospital penitenciario. Además, Gendarmería habría reconocido que Macaya fue derivado al hospital “a la espera de un proceso de clasificación definitiva”.
La habitación en la que estuvo el padre del senador habría sido individual y con baño privado. Se trataría de una sala que está reservada para mujeres, pero usada en casos excepcionales para hombres.
Eduardo Macaya fue condenado a 6 años de prisión por cuatro delitos de abuso sexual cometidos contra menores de 14 años. Según la sentencia de primera instancia, los ilícitos fueron cometidos en su propiedad ubicada en Placilla (Región de O’Higgins). Por su parte, la Defensoría de la Niñez anunció que apelará la sentencia y solicitará una pena mayor.