Esta es la "Revolución de las Palas", el grupo de voluntarios que buscan ayudar tras incendios en la Quinta Región.

No habrá pago alguno y el trabajo será duro. Todos ellos se anotaron como voluntarios para ir a Viña a remover escombros.

Profesionales, estudiantes, extranjeros, cesantes... Es un grupo heterogéneo que tiene como casi única similitud las ganas de aportar ante la tragedia.

Pese a que hay mucho ruido, el silencio de sus habitantes conmueve. La zona siniestrada remueve a los voluntarios nada más llegar. 

Don Miguel Ángel, que perdió la casa de toda su vida, expresa que "psicológicamente estoy bien. Estuve shockeado los primeros dos días, pero ya remonté. Porque usted viera la casa, ventanales lindos, cómodos... y el viernes cuando llegué, pura ceniza". 

"La vida va pasando y uno va quedando", agrega.

Los voluntarios, con mucho respeto, recolectan algunos objetos que hayan quedado. "Como recuerdo", asegura una de ellas.

Algunos grupos familiares, sindicatos, compañeros de trabajo, se organizan y traen comida a las zonas afectadas. No sólo se trata de remover escombros, también ofrecen alimentación para los más afectados.

¿En qué otro país alguien faltaría a su trabajo para ayudar a un desconocido? Chile conoce las tragedias de primera mano y quizás desde ahí es donde nace el espíritu de solidaridad que tanto representa en estos casos a tantos ciudadanos y ciudadanas a lo largo del territorio.

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