Diego Arce, de 20 años, lleva 116 días internado en el Hospital Dr. Gustavo Fricke de Viña del Mar y, este lunes, inició la rendición de la Prueba de Transición (PDT) para la Admisión Universitaria, bajo las mismas condiciones que los otros miles de estudiantes del país.

A las 10 de la mañana llegó hasta el la Unidad de Paciente Crítico Cardiovascular, la examinadora del Demre que supervisaría la rendición de la prueba de Comprensión de Lectura, tal como ocurrió en el resto de los centros de rendición de Chile.

El Jefe de la Unidad de Paciente Crítico Cardiovascular, Oneglio Pedemonte explicó que el domingo en “el reconocimiento de la sala”, le hicieron varias preguntas por la condiciones que tenía la sala, que es un box de cuidados intensivos. “Preguntas de atención, donde está recibiendo manejo de los tratamiento adecuados en espera de un posible trasplante cardíaco en el futuro”, detalló el especialista.

Desde el servicio de salud  puntualizaron que las gestiones para que el joven rinda la prueba desde el hospital surgieron por una petición de la enfermera del Programa de Trasplante Cardiaco, considerando su cuadro clínico y que él ya estaba inscrito.

“Tenía una hospitalización prolongada y difícilmente por su condición podía salir del hospital. El apoyarlo significó hacer varias gestiones dentro del hospital, ya sea con certificados médicos que avalan que él estaba en condiciones de realizar su Prueba de Transición Universitaria, otorgar al Demre las garantías de acceso para el examinador o examinadora y que la sala cumplía los requisitos para que el pudiera rendir su prueba”, detalló Ángela Seguel, jefa de Servicio Social del recinto.

El mismo joven destacó que no pretende pausar su vida pese a la situación que está viviendo, y valoró las gestiones del hospital para que pueda rendir su prueba.

 “Estoy bien, tranquilo, el proceso fue como una prueba común, hasta ahora se me hizo más o menos fácil pero no sé cómo va a ser el puntaje”, dijo Diego Arce tras la prueba de Comprensión de Lectura.  

El joven de 20 años tiene una cardiopatía de origen genético y la preparación para este momento contempló la inscripción a un preuniversitario, la cual fue interrumpida por la hospitalización. Sin embargo el joven tiene clara sus metas.

“Que esté hospitalizado no significa que tenga que pausar toda mi vida, entonces la quería dar y si no me conforma el puntaje bueno la puedo volver a rendir hasta conseguir algo que me satisfaga. La quiero rendir para no dejar nada pendiente para después del trasplante”, puntualizó Arce.

“Me gustaría estudiar Ingeniería Civil Industrial, hay varios amigos que estudian lo mismo y me llama la atención por el trabajo administrativo que puede ser en varias áreas porque después del trasplante como uno toma inmunosupresores al tener defensas bajas no se puede exponer”, agregó.

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