La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) emitió una alarma meteorológica para la zona central del país debido al pronóstico de intensas precipitaciones con isoterma cero alta para dicha zona.

En ese contexto, se ha despertado mucha preocupación respecto a este último concepto, debido a la altura que puede caer lluvia y que pueda provocar situaciones como las ocurridas con el temporal de junio pasado, donde se generaron aluviones y deslizamientos de rocas y aumentos en los caudales de los ríos.

Sin embargo, ¿Qué es la isoterma cero? ¿Y por qué preocupa tanto de cara a las próximas lluvias?

¿Qué es la isoterma cero y por qué preocupa que esté tan alta?

Según explicó Felipe Ochoa, académico del departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, se trata de una medida de referencia para marcar la altitud por la cual la temperatura es menor a cero y -por lo tanto- el agua se congela. En consecuencia, cuando precipita por sobre ella nieva; por debajo de ella, llueve.

En ese sentido, cuando sube la isoterma cero, hay más riesgos, porque "al subir, lloverá en lugares donde generalmente hay nieve. Por lo tanto, se fusiona una gran cantidad de agua de lluvia, nieve y hielo", explica el experto.

"Lo anterior implica que aumentan considerablemente los volúmenes de agua escurriendo, lo que aumenta el peligro de deslizamientos, aluviones e inundaciones, especialmente en zonas precordilleranas como el Cajón del Maipo o la Quebrada de Macul", añade.

"La subida de la isoterma cero, y el correspondiente aumento de la cantidad de agua escurriendo, implica acelerar el derretimiento de nieves, arrastrar mayor cantidad de material y aumentar la infiltración de agua en el suelo. Este exceso de agua también reduce la estabilidad de las laderas, provocando deslizamientos de tierra, donde grandes volúmenes de roca, suelo y escombros en las laderas, caen debido a la gravedad", añade.

"Al ocurrir todo esto a mayores elevaciones, los escurrimientos se generan con mayor velocidad y un gran potencial destructivo, aumentando los caudales de los ríos y la cantidad de material que arrastran. Como consecuencia, los ríos crecen, se estresan los sistemas de drenaje y, en última instancia, se generan desbordes que exacerban los riesgos de aluviones e inundaciones aguas abajo", explica.

"Así, las consecuencias de un aumento en la isoterma cero pueden ser graves y de gran alcance cuando precipita, por el riesgo significativo para los asentamientos humanos, la infraestructura, la propiedad y los hábitats, al aumentar el peligro por las enormes cantidades de agua y sedimento que se movilizan cuesta abajo. Sus consecuencias son la eventual pérdida de vidas, evacuación de comunidades, destrucción de viviendas, pérdida de cultivos y contaminación de fuentes de agua", cierra.

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