Una escena escalofriante vivieron decenas de personas luego de que un sujeto sacara un arma de fuego para amenazar a vecinos que lo acusaban de estafarlos detrás del sueño de la casa propia en Melipilla.

Todo habría comenzado en Melipilla cuando el hombre identificado como Francisco Javier de Vargas Fuentes, se dio a conocer. 

"Javier empezó a dar su información, se dio a conocer como EGIS (Entidades de Gestión Inmobiliaria Social) [...] Nos mostró de qué manera puede ser la casa, que ya tenía el terreno listo", avisa una de las denunciantes. 

Una de las primeras en confiar en las gestiones de la compañía de Francisco afirmó que "aproximadamente hay 500 o 600 personas" interesadas en sus servicios.

"Cobraba 20 mil pesos por persona", aseguran .Además, la supuesta inscripción del EGIS no figuraba en el listado del SERVIU. 

La alcaldesa de María Pinto, Jessica Mualim, afirmó que "es una inscripción que no era EGIS. No se puede cobrar porque las EGIS que son las entidades patrocinantes que el Estado paga, no cobran. Ellos cobran después".

El acusado les habría asegurado a una gran cantidad de vecinos de las comunas aledañas que tenía listos los terrenos para las viviendas. Sin embargo, tras el paso del tiempo, y algunas revelaciones, ocurrió un violento episodio.

"En el tema de que fuimos descubriendo que no era EGIS y que la cosa no iba por ahí, obviamente los terrenos no estaban para vivienda. 

Tras la organización de los vecinos de sectores de Melipilla para una reunión con el sujeto, los argumentos del hombre no convencerían y ocurrió lo inaudito: Francisco sacó de sus ropas un arma de fuego y apuntó directamente a uno de los jóvenes que lo acusaba de estafador.

Ante este escenario, el caos se apoderó de la reunión. "Unos salieron corriendo, otros se cayeron", explicó uno de los testigos. 

"Él seguía diciendo que eran EGIS, y una constructora... Se contradecía solo", explicó una vecina. 

Luego, ante presencia policial, fue detenido. Al otro día, fue formalizado por el delito de amenazas. La fiscalía dio 180 días de investigación.

Lo cierto es que lo que sería el sueño de la casa propia, terminó en una pesadilla.

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