El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, pidió no asimilar la muerte de la joven aspirante a gendarme Ignacia Albornoz, quien falleció luego de padecer influenza, con la muerte del soldado conscripto Franco Vargas, quien perdió la vida tras descompensarse en una instrucción militar del Ejército en Putre. 

“Por ahora no es un caso que uno debería asimilar. Creo que hay que tener cuidado con asimilar situaciones, en general, de instrucción física en las distintas instituciones armadas. Yo, por ahora, mantendría la diligencia de levantar la información adecuada para efectos de formar una opinión y las decisiones que se tienen que tomar al respecto”, dijo el representante del gobierno. 

Cordero lamentó la muerte de la joven de 18 años y aseguró que acompañarán a la familia. Además, enfatizó que desde el gobierno levantarán información con Gendarmería para saber qué ocurrió.

Si bien desde la familia de la joven han dicho que Ignacia Albornoz tuvo una licencia médica de tres días y luego volvió a sus tareas habituales como aspirante a gendarme, el secretario de Estado dijo que, de acuerdo a la información que se le ha entregado, la joven no habría realizado actividad física aquellos días. 

“Ella habría manifestado algún padecimiento del cual tuvo licencia médica, con posterioridad ella retornó… Nosotros tenemos registrado hasta ahora, según la información que nos ha sido proporcionada que en los días de su retorno ella no realizó actividad física y, con posterioridad tuvo otro descanso respecto del cual su situación de salud se complicó”, explicó Cordero.

“El Ministerio de Justicia ha estado levantando los antecedentes, se ha requerido informes a Gendarmería, de igual modo Gendarmería abrió una investigación”, añadió.

Joven aspirante a gendarme muere por influenza

La madre de la joven, Yéssica Inzunza, relató cómo fueron los hechos. La joven se habría enfermado a principios de mayo y el 3 de aquel mes se le otorgó licencia médica y reposo por tres días.

Luego de eso, el 6 de mayo, habría vuelto a los entrenamientos y allí se habría tenido que bañar con agua fría y trotar en bajas temperaturas. 

Posteriormente, en el Hospital de Carabineros, la joven fue diagnosticada con bronquitis por influenza A+ y le dieron otros cuatro días de licencia, por lo que fue derivada a su domicilio en Tomé, región del Biobío.

Allá nuevamente presentó complicaciones y fue trasladada al Hospital Higueras de Talcahuano, donde murió. 

“Si empezó con un caso de influenza debieron haber dado una cuarentena, más que tres días y después decirle que volvieran a sus habituales rutinas, que ellos saben el sistema de las rutinas; trote, ducha en la mañana temprano, agua fría, estudios que también implican lugares helados, con muchos contagiados enfermos", dijo la madre de la joven.

“Mi hija después de un cuadro de influenza volvió a la escuela con las mismas condiciones e igual estaba enferma", agregó.

De todos modos, la madre de la joven descartó que la muerte de su hija pueda compararse con el del conscripto Franco Vargas, quien falleció en medio de una instrucción militar en Putre, y no habría recibido la atención oportuna de sus superiores.

No sé si es tan extremo, porque todas sus clases eran en interiores, no tenían que ser caminatas ni nada de eso, excepto los ejercicios. Yo creo que el trato no era malo porque había muchos niños felices allá, yo creo que lo que complicó fue la situación porque si no los niños no volverían a postular”, expresó Inzunza. 

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