Sergio Gutiérrez, gerente general de Espacio Riesco, aseguró a Tele13 Radio que les han pagado "apenas dos cuotas del contrato del uso de la cáscara del recinto" ubicado en la comuna de Huechuraba, región Metropolitana.
Gutiérrez denunció que el Minsal les adeuda más de 2 mil 900 millones de pesos equivalente a tres de los cinco meses que el centro recibió pacientes COVID-19. "(Se firmó) un contrato por 0,2 UF por metro cuadrado en marzo y posteriormente un contrato complementario".
"Nos acercamos al subsecretario Zúñiga, le hicimos ver que teníamos experiencia y que veníamos viendo que esta pandemia se acercaba con pasos agigantados a Chile y a nuestra región", explicó. Gutiérrez detalló que se reunieron con el entonces ministro Mañalich y tras una presentación se aceptó la propuesta presentada por Espacio Riesco.
Consultado a quién responsabiliza, aseveró que "yo creo que el subsecretario Zúñiga y sus asesores, que fueron muy vehementes con nosotros en cada reunión cuando teníamos los precios y los bajaron y los aceptamos con el fin de avanzar, pero ya a estas alturas una enésima modificación no la aguanta nadie después que han pasado tres, cuatro, cinco meses desde que no nos pagan".
Junto con eso, calificó la actitud del Gobierno como "errática y poco seria. Yo creo que aquí se ha violado un principio que conoce medio mundo que es la legítima confianza de que un privado partió haciendo obras en favor del fisco y resulta que terminada la obra se la desconocieron".
"Dicen ellos que estuvieron hasta el día 15 de agosto cuando en estricto rigor el hospital funcionó hasta el 31 de agosto. Tengo un acta donde nos entregan, nos devuelven el Espacio Riesco el día 31 de agosto", sentenció Gutierrez.
En ese sentido recalcó que "aquí no ha habido enriquecimiento ilícito (...) No hay enriquecimiento de los dueños de la empresa ni de los trabajadores de la empresa".
"A nosotros nos tienen con el agua al cuello, aquí se salvaron 734 vidas. Estuve yo con todo mi equipo 24/7 durante cinco meses, a cinco metros del COVID-19. La gente no se fue a sus casas durante cinco meses porque no querían llegar a contaminar a sus familias", aseveró.