El caso de Nabila Rifo impactó a todo el país luego que fuera víctima de una brutal agresión en la que su ex pareja le arrancó sus ojos en 2016 en Coyhaique. 

Hace algunos meses los hijos de la mujer de 36 años hicieron noticia luego de ser detenidos por el homicidio de la pareja de su madre.

Luis Torres Rifo y su hermano de 17 años llevan casi tres meses recluidos. El Juzgado de Garantía de Coyhaique determinó internación provisoria para el menor, mientras que Luis cumple prisión preventiva.

Los jóvenes son acusados por el homicidio de Gerardo Bañares, un mecánico de 35 años que era la ex pareja de Nabila Rifo y que falleció tras una golpiza que le proporcionaron ambos hermanos.

Hijo de Nabila Rifo: "Me daba impotencia no poder haber estado allí cuando le estaban pegando"

En conversación con La Tercera, Luis Torres recordó en primera instancia la agresión a su madre ocurrida en 2016 y que causó conmoción en el país. En ese sentido, precisó el momento en que conversó el tema con la sicóloga con la que conversaba: “Le dije que sentía rabia. Me daba impotencia no poder haber estado allí cuando le estaban pegando. Me decía a mí mismo: ¿Por qué me habré ido esa noche?”.

Según dijo el hombre, este trauma se acrecentó cuando la nueva pareja de su madre comenzó a ser violento con ella: “Nos decía, cabros cul…, me los voy a hacer mie... A mi mamá también le decía, 'si te pillo sola, te voy a hacer mier...”.

Incluso, Rifo declaró que Gerardo no solo la amenazaba sino también la golpeaba: “Una vez vio que ella hablaba con un amigo. Y él (Bañares) le dijo: ‘voy a matar a este huevón, lo voy a hacer cagar a cuchillazos. Y tú vas a estar al lado mío, para que sepas cómo le hago eso”.

La noche de la muerte de Gerardo Bañares

Ahora bien, respecto a la noche donde golpearon a Bañares, Luis confesó que esto ocurrió luego que la ex pareja de Nabila llegó hasta la vivienda familiar lanzando piedras. Además, amenazó a su madre y a ellos.

Fue ese episodio que desató un caos: “Estaba como cegado, no despertaba. No me di cuenta de lo que estaba haciendo. Era como estar en un sueño. Después lo vi tirado. Entré a la casa y desperté”, recordó.

“Vi la manopla ensangrentada. Le dije a mi hermano chico, perdón. Quizás me vaya preso, porque lo vimos tirado. Estábamos tristes. Fue raro. Nunca había experimentado algo así”, agregó.

“Estoy muy tranquilo. Estoy preso, pero por lo menos mi mamá está tranquila. Nunca nadie más le va a pegar, ni nada”, sentenció.

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