El exdueño de la inmobiliaria Reñaca Norte Sergio Ramírez, que desarrolló el proyecto en parte de los terrenos que han sido afectados por un socavón en Viña del Mar, aseguró que la empresa es “una víctima” de la situación y le entregó la responsabilidad al Ministerio de Obras Públicas (MOP).
En conversación con El Mercurio, Ramírez aseguró que el problema no es la construcción en los campos dunares, sino que acusó que el MOP instaló un colector de aguas lluvias, lo que según él había provocado el principal problema.
“No es la obra de la urbanización la que falló. No tiene que ver con la empresa Reñaca Norte. Esta es una víctima. Todo el loteo es una víctima", aseguró Ramírez.
"Todos tienen como estrategia hablar de las dunas y como si eso fuera algo único, cuando en todo el mundo por siglos se ha hecho lo mismo (...) pero el agua destruye cualquier cosa, y a las dunas más rápido, porque se licúa", agregó.
"Viene toda un área de Concón, adicional, que baja con otro conector que se encajona al nuestro (...) es una aberración, una arbitrariedad; tú no te pones en ese caso cuando cediste una servidumbre. Eso fue lo que pasó: el proyecto (del colector) está firmado por todo el ministerio y dejó que lo hicieran para evacuar las aguas de la ciudad", complementó.
Producto de los temporales de lluvia que se produjeron en la zona central las últimas semanas, un gran socavón se generó junto al edificio Kandinsky, que fue encargado por la inmobiliaria Reñaca Alto edificar a Besalco.
Esta misma empresa fue la que construyó también el colector de aguas lluvias en la zona, cuyos planos fueron aprobados por la Dirección de Obras Hidráulicas.
El miércoles, la ministra de Obras Públicas, Jessica López, había dicho que consideraba “patudo” responsabilizar al Estado de estos daños, y acusó “codicia” de algunas constructoras.
“Hay una responsabilidad también del sector privado con respecto a lo que construye. No es todo tirarle a la responsabilidad del Estado… es un poco patudo eso, encuentro yo“, expresó la titular de Obras Públicas.
“Uno no pide permiso para hacer cuestiones que no tienen mucho sentido. Si no hay responsabilidad de las empresas, no se puede presentar cualquier proyecto. No es que el Estado esté atajando goles… la codicia tiene límites“, agregó.
“No es una cosa de si tengo el permiso o no tengo el permiso. Tiene que haber un compromiso ético. Tienen que hacerse responsables“, sentenció.