Con urgencia simple y a través de la Cámara de Diputados, el Gobierno cumplió con el compromiso estipulado en la ley corta y, en la noche de este lunes, ingresó un proyecto para profundizar los cambios al sistema privado de salud.
Si bien el compromiso explícito en la ley corta era que la iniciativa considerara la eliminación de las preexistencias, el Ejecutivo fue más allá: el proyecto presentado al Congreso pone fin además a la tabla de factores -definiendo una tarifa plana para el sistema de salud privado- y, además, prohíbe la diferenciación de planes en las isapres. Es decir, las aseguradoras deberán ofrecer un producto "único y comparable", sin la posibilidad de ofrecer planes alternativos.
Esto "permite mancomunar los riesgos al interior de cada isapre mejorando el acceso a la salud de la población de mayor riesgo como personas mayores y enfermos crónicos", argumenta el Gobierno en el documento ingresado a la Cámara.
Con todo lo anterior, el proyecto también excluye a las isapres de ofrecer beneficios adicionales paralelos a ese plan común de salud y las obliga a contar con un reaseguramiento "que las cubra ante aquellos riesgos atribuibles a un mayor gasto en prestaciones correspondientes al plan común de salud".
Por otro lado, la iniciativa formaliza la Cobertura Adicional para Enfermedades Catastróficas (CAEC), la que, según el Gobierno, carece de una fuente legal clara y solo descansa en circulares de la Superintendencia de Salud.
Cambios con gradualidad
Dado que es un cambio estructural, el proyecto afirma que debe hacerse con gradualidad: "Por ello es que la presente iniciativa considera que el plan común de salud entre en vigencia sin obligar a las actuales personas afiliadas a alguna isapre a poner término a sus planes y migrar al nuevo régimen".
Y, asimismo, admite que "la presente iniciativa no implica desconocer que nuestro sistema de salud demanda otras modificaciones estructurales con las cuales el Gobierno del Presidente Gabriel Boric Font está comprometido".