La Policía de Investigaciones (PDI) logró la detención de 12 ciudadanos de nacionalidad venezolana por su vinculación con delitos de secuestro y tráfico de drogas.
Según detallaron desde la PDI, siete de los imputados fueron capturados en la comuna de Puente Alto, presuntamente relacionados con un secuestro ocurrido el pasado 31 de julio. Los individuos habrían mantenido en cautiverio a tres chilenos por más de 30 horas, por quienes pidieron dinero y droga a cambio de su liberación.
Los otros cinco sujetos fueron detenidos en Recoleta, todos en la región Metropolitana, a quienes se les vincula con un secuestro ocurrido en junio, donde retuvieron a otros dos ciudadanos venezolanos.
Adicionalmente, la PDI y la Fiscalía Metropolitana Centro Norte están investigando otro caso registrado en junio, pero en el que la víctima aún no es encontrada.
El subprefecto Hassel Barrientos, de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE), detalló que los sujetos tenían dos domicilios en Recoleta, los que utilizaban para mantener encerradas a sus víctimas, y que se está indagando si todos estos casos están relacionados.
“Se está cruzando información a fin de establecer los modus operandi y si pertenecen a alguna banda de interés. En la mayoría de los casos que investigamos en los delitos de secuestro que son generados aquí en Santiago, son relacionados con delitos de tráfico o microtráfico de drogas”, afirmó.
“De igual forma se trata de secuestros ejecutados con manera de extorsionar a su círculo familiar a fin de cobrar dinero por la liberación de las víctimas”, agregó.
Por su parte, Nicolás Calvo, jefe de Asesoría Jurídica de la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte, señaló que en el hecho registrado el 31 de julio se comprobó que los imputados recibían instrucciones desde el extranjero, específicamente desde Venezuela. Ante esto, una arista de la investigación apunta a si pertenecerían al Tren de Aragua.
“Lo que también se ha obtenido como conclusión luego del análisis a lo menos en este punto de tres hechos constitutivos de secuestro, es que ha habido una variación, una evolución y avance en las características de las personas que son víctimas de estos hechos. En un principio eran víctimas de nacionalidad extranjera con vinculaciones a hipótesis de tráfico, con compromiso delictual y vínculos existentes con los propios secuestradores”, expuso Calvo.
“Pero en el caso del 31 de julio la Fiscalía de Análisis Criminal, apoyada por la BIPE, da cuenta que en este caso las víctimas ya son chilenas y en este caso los imputados fueron detenidos con especies que eran de propiedad de las víctimas, de manera que eso refuerza no solamente la participación sino que también la identificación de estos sujetos”, afirmó.
