11 avionetas piloteadas por chilenos utilizaron como pista de aterrizaje el Desierto Florido, a la altura de la comuna de Caldera, para luego hacer un picnic. El suceso ocurrido este fin de semana quedó registrado por los habitantes del sector y compartido por las redes sociales, generando rechazo tanto en la comunidad como en redes sociales.
En medio de la polémica, la alcaldesa de Caldera, Brunilda González, manifestó públicamente su malestar con la situación y se dirigio personalmente al Aeródromo Desierto de Atacama para denunciar el hecho.
Tras ello, los pilotos de nacionalidad chilena fueron fiscalizados y notificados una multa correspondiente por el maltrato de la flora nativa nacional. Las multas deberán ser canceladas por los pilotos en el juzgado de policía local de Caldera.