​El periodo de vacaciones es una de las grandes oportunidades para que los niños y adolescente descansen de sus actividades normales, tales como levantarse temprano para ir a clases, estudiar, y todas las formalidades de la temporada "regular".

Por eso es que el tiempo de adaptación al regreso de las actividades normales, es muy importante para regular el sueño. Bajo esta línea Verónica Selman, psicóloga de la Dirección de Atención Primaria del Servicio de Salud Metropolitano Central señala que según la edad las horas de sueño son:

  • Niños en edad preescolar (3-5): entre 10-13 horas sería lo adecuado. Señalan además que menos que 7 y más de 12 no sería aconsejable.
  • Niños en edad escolar (6-13): lo recomendable sería dormir entre 9 y 11 horas.
  • Adolescentes (14-17): el rango de sueño aumentó en una hora a 10,08 horas.
  • Adultos más jóvenes (18 a 25): entre 7-9 horas al día, y no menos de 6 ni más de 10-11.
  • Adultos (26-64): lo ideal sería dormir entre 7 y 9 horas
  • Adultos mayores (de 65 años): lo saludable es descansar entre 7-8 horas al día.

Sin embargo, cada cual tiene sus propios hábitos, más aún en niños que biológicamente necesitan descansar más que un adulto.

Ante esto, la especialista entrega 10 tips para regular de mejor forma el sueño de los jóvenes y menores.

Los consejos son:

 

  • Los horarios deben comenzar a retomarse entre dos semanas y 10 días antes que comiencen nuevamente las clases.
  • Para volver a acostarse temprano, lo mejor es una intensa tarde de actividades como previa. Al acostarse más temprano, también será más fácil levantarlo al día siguiente. Muchos padres los levantan antes, para que el niño tenga más sueño por la noche. Esto no siempre es bueno, porque puede provocar que tenga sueño antes, se duerma de día y en la noche nuevamente tarde en dormirse.
  • Si el horario se desfasó en más de 3 horas es importante re sincronizar el reloj biológico paulatinamente. Es decir, acostarse y levantarse una hora antes cada día en la semana previa al regreso a clases.
  • Es muy importante que se respeten las horas de calidad de sueño y que duren más o menos lo mismo que antes del periodo vacacional.
  • Para ayudarlos a dormirse, colabora establecer una rutina relajante, con elementos como un baño y/o una lectura. Una sugerencia es que mientras se les lee, bajar el tono de voz para tranquilizarlo.
  • Crear un ambiente limpio, con poca luz y confortable. Para esto, se sugiere pedirles que se laven los dientes, las manos y la cara antes de ir a la cama.
  • Retirar la televisión y videojuegos de su habitación, y evitar su uso a lo menos una hora antes de irse a dormir.
  • En la cena, hay que evitar que el niño consuma grasas, dulces, refrescos y alimentos con cafeína, como el chocolate.
  • Aunque siguen siendo días libres, es importante durante el año escolar fijar una hora para ir a la cama aun durante los fines de semana.
  • Por último, hay que explicarle que durante las vacaciones pueden hacer excepciones, pero que es importante que se acople al horario que ya conoce, pues su cuerpo necesita tener la suficiente energía para seguir aprendiendo. 
Publicidad