El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunció este martes (25.04.2023) que los invasores rusos bombardearon un museo de Kupiansk (noreste, provincia de Járkov). "Por el momento nos informaron del deceso de una empleada del museo y de diez heridos", dijo el mandatario a través de Telegram, donde condenó a los rusos que "matan a los ucranianos con métodos absolutamente atroces".
"Kupiansk, centro de la ciudad, el museo municipal de historia. El Estado terrorista está haciendo todo lo posible para destruirnos por completo. Nuestra historia, nuestra cultura, nuestra gente”, añadió Zelenski, quien aseguró que "aún hay personas bajo los escombros”. Advirtió que "todos los culpables de estos crímenes de guerra serán llevados ante la justicia, sin piedad”.
El ataque tuvo lugar cerca de la línea del frente. Antes de la guerra, Kupiansk tenía más de 25.000 habitantes. Fue conquistada por los rusos en los primeros días de su invasión, hace más de un año, pero los ucranianos lograron retomar la ciudad en septiembre pasado, durante una contraofensiva. A comienzos de 2023, los invasores volvieron a atacar la región, y Ucrania ordenó evacuar a las personas vulnerables.
Ataques en Jersón y Donetsk
El jefe militar de la región de Járkov, Oleg Cynyegubov, detalló que la víctima del ataque era una mujer de 60 años y que el bombardeo fue perpetrado con un misil S-300, creados para atacar objetivos aéreos y que Rusia, ante la aparente escasez de proyectiles, utiliza contra infraestructura civil. Además, las tropas del régimen de Moscú atacaron otros puntos de Ucrania.
En un bombardeo en Shajtar, dos personas perdieron la vida, dijo el jefe de la Administración Militar de Donetsk, Pavlo Kyrylenko. Y en Jersón, los invasores lanzaron más de 60 ataques, entre proyectiles de artillería pesada, drones y aviones, dejando cuatro personas heridas. Rusia sigue atacando con diversos medios localidades ucranianas situadas cerca del frente o de la frontera, causando a muerte de civiles ucranianos casi a diario.