Técnicamente, Armenia y Azerbaiyán se encuentran en guerra hace más de 30 años por la disputa de un territorio en Alto Karabaj (o Nagorno Karabaj), pero desde 1994 mantienen un acuerdo de "alto el fuego", que se vio interrumpido estas últimas semanas con enfrentamientos y bombardeo a zonas residenciales.
Así lo han registrado los residentes y medios de prensa en los últimos 11 días de conflicto, donde han incrementado los ataques en lugares no militares, cobrando un significativo número de bajas civiles bajo los escombros.
Por ejemplo, Amnistía Internacional denunció que se han realizado ataques con bombas de racimo, las cuales están prohibidas por los organismos internacionales desde 2010.
Las últimas horas han sido las más tensas y violentas en el Cáucaso, donde edificios y casas completas han sido derrumbadas por el lanzamiento de misiles, dejando a cientos de personas sin hogar.
De esta manera las imágenes que llegan a esta parte del mundo son impactantes, ya que se puede ver cómo las bombas y misiles quedan incrustadas en la vía pública, al igual que los cráteres que forman las explosiones en viviendas.
A la fecha, la mitad de la población de Nagorno Karabaj ha sido desplazada por los combates que estallaron hace casi dos semanas entre separatistas del enclave armenio y Azerbaiyán.