La crisis en Mercosur por la sucesión de la presidencia pro témpore del bloque subió de tono este domingo (17.07.2016), cuando la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez (en la foto), acusó a Brasil y Paraguay de violar los protocolos del grupo por cuestionar el traspaso del cargo a Caracas. Pese a la polémica, Rodríguez confió en que en la reunión de cancilleres del 30 de julio se entregará la presidencia “de manera automática” pues “no es materia de consenso”.

Durante una entrevista con Televén, la ministra sostuvo que “los tratados constitutivos del Mercosur son muy claros", ya que tras la presidencia de Uruguay del último semestre, Venezuela debería asumir las riendas del bloque por seis meses por ser “el siguiente país miembro por orden alfabético”. Rodríguez aseguró que “lo que se está dando por parte de Paraguay y de Brasil es una cosa inédita, insólita que yo he llamado de malos modales”.

La ministra recordó así lo que sucedió el lunes pasado en Montevideo, durante el encuentro en el que participaron todas las cancillerías del bloque, presidido actualmente por Uruguay. En dicha reunión no hubo consenso sobre el traspaso del mandato temporal de Mercosur a Venezuela. El bloque vive una disputa interna sobre la conveniencia de entregar la presidencia semestral a un país cuyo presidente, Nicolás Maduro, es acusado por numerosas organizaciones de violar los derechos humanos.

Sin credenciales democráticas

Rodríguez criticó a sus pares de Paraguay y Brasil por querer cuestionar la calidad de la democracia venezolana pese a que ambos estarían vinculados con gobiernos “de derecha” con pocas credenciales democráticas. “El canciller de Paraguay es un exfuncionario del Plan Cóndor, y el canciller de Brasil, un canciller de facto, producto de un golpe de Estado que se le está dando a la (suspendida) presidenta Dilma (Rousseff), pretenden de forma amoral y sin ética dar lecciones”, sostuvo la ministra.

La canciller aseguró que durante la cita en Montevideo, ella quiso hablar personalmente con sus colegas de Brasil y Paraguay, Eladio Loizaga y José Serra, respectivamente, pero los diplomáticos “se escondieron en el baño literalmente” y habrían preferido no darle la cara. Los gobiernos de Brasil, Argentina y especialmente Paraguay han mostrado sus reticencias sobre ceder la presidencia a Venezuela, mientras Uruguay se ha mostrado partidario de traspasar la presidencia a Caracas sin mayores contratiempos.

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