El presidente, Nicolás Maduro, realizó en la noche del jueves un acto de desagravio con generales de las Fuerzas Armadas en el Cuartel de la Montaña, donde reposa el cuerpo de Chávez, para mostrar su indignación.
"Es el más grave ultraje que jamás se ha cometido en la historia de 200 años contra la memoria de Bolívar", dijo Maduro.
Todo comenzó cuando el nuevo presidente de la AN, el opositor Henry Ramos Allup, salió en un video que se hizo viral dirigiendo el retiro de los afiches, carteles y cuadros.
"No quiero ver un cuadro aquí que no sea el retrato clásico del Libertador (Simón Bolívar). No quiero ver a Chávez o Maduro", dijo con su reconocido tono mordaz.
El jueves, el chavismo reaccionó.
"Se están metiendo con nuestros símbolos más importantes", le dijo a BBC Mundo Libardo Paredes, un ciudadano chavista que hacía parte de un mitin en la plaza de Bolívar del centro de Caracas, a metros de la Asamblea, donde instalaron los afiches de Chávez y Bolívar
"Están jugando con candela; si siguen así, vamos a ver una guerra acá", declaró.
"Conflicto de poderes"
La polémica de las imágenes es una suerte de antesala del "conflicto de poderes" que muchos han vaticinado para los próximos días, meses y quizá años en Venezuela.
Y, tras el evento de desagravio, parece que las Fuerzas Armadas entraron a ese conflicto: "Bolívar y Chávez personifican a la patria. Se han arraigado en lo más profundo del inconsciente del alma nacional. Lastimar su memoria o intentar sacarla de allí, equivaldría conmover al país en los más hondo de sus cimientos para cual tendrían que sacrificar hasta el último de los soldados", dijo el general en jefe y ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
Las elecciones del pasado 6 de diciembre dieron un resultado inédito desde que el chavismo llegó al poder en 1999: el Parlamento en manos de la oposición.
Y fue nada menos que con la supermayoría de dos tercios,un mandato que en teoría le da gran poder a la oposición para generar cambios.
Sin embargo, el resultado ha sido contestado por el partido de gobierno, que impugnó a una decena de diputados electos ante el Tribunal Supremo de Justicia alegando fraude.
Así, para el gobierno y su gente la nueva Asamblea no solo atenta contra los símbolos de la patria, sino también es ilegal, y por tanto ningún otra institución del Estado –como el TSJ o el Banco Central– tiene por qué acatar sus decisiones.
"Amores sagrados"
Lo que alarma a muchos –y de ahí que haya venezolanos opositores criticando la "innecesaria" medida de Ramos Allup– es que este tipo de enfrentamientos cope la atención del país, dejando a un lado la resolución de los graves problemas económicos y sociales que sufre el país.
Las imágenes, mientras tanto, se quedarán en la plaza de Bolívar, según anunció el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, que administra el centro de la capital.
Se quedarán, dijo, "para que las manos amorosas del pueblo los cuiden".
"Les decimos a esos alimentadores del odio y de la muerte que no se metan con nuestros amores, que nuestros amores son sagrados", añadió.
Mientras tanto, el diputado oficialista Ricardo Molina dijo que su bancada denunciará a Ramos Allup ante el Tribunal Supremo de Justicia por la aparente ofensa.
"Ese ser sin ningún respeto por el pueblo venezolano ha ofendido la venezolanidad, ha ofendido los profundos valores bolivarianos de nuestro pueblo y nosotros tenemos que demostrarles quiénes somos y qué estamos dispuestos a hacer", dijo.
El centro de Caracas, pues, sigue siendo una muestra del poder del chavismo. Pero ahora tiene un lunar.