Uruguay celebra este domingo elecciones generales en las que el izquierdista Yamandú Orsi, delfín del exmandatario José "Pepe" Mujica, es favorito para arrebatarle el poder a la coalición de centroderecha que gobierna desde hace cinco años.
La votación, que se extenderá hasta las 19H30 (22H30 GMT), parece encaminarse sin embargo a un balotaje con el candidato oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional, ya que no se espera que ningún candidato logre una mayoría absoluta.
Once hombres aspiran a suceder al presidente Luis Lacalle Pou, con 50% de aprobación pero impedido constitucionalmente de un segundo mandato consecutivo.
Orsi, un profesor de historia de 57 años y exjefe de un gobierno departamental, lleva la delantera con 41-47% de intención de voto.
Delgado, un veterinario de 55 años que fue secretario de la Presidencia de Lacalle Pou, recoge 20-25% de adhesiones.
Tercero con 15-16% está el mediático abogado de 40 años Andrés Ojeda. El aspirante del Partido Colorado, que también integra la coalición del gobierno, ha ido cobrando impulso con su forma poco convencional de hacer política, por la que se compara con el presidente argentino Javier Milei.
La seguridad pública encabeza la preocupación de la gente en este país de 3,4 millones de habitantes, eminentemente agropecuario, con alto ingreso per cápita y bajos niveles de pobreza y desigualdad con respecto a la región, pero aquejado de un aumento de la violencia relacionada con las drogas.
"Que (el próximo presidente) le ponga un poco más de empeño a la seguridad, no estamos tan mal, pero podemos estar mejor", dijo a la AFP Juan Sunino, un comerciante de 65 años después de votar en Montevideo.
"Yo creo que un tema urgente es la educación y otro tema que nos preocupa es la seguridad, la seguridad sobre todas las cosas", opinó Virginia Herrera, de 51 años, empleada en el rubro gastronómico.
Elecciones en Uruguay: ¿El "último voto" de Pepe Mujica?
Si ninguno de los candidatos supera el 50%, habrá una segunda vuelta el 24 de noviembre.
La coalición oficialista, que también integran Cabildo Abierto (derecha, 2-4% en los sondeos) y el Partido Independiente (centroizquierda, 1-3%), ya anunció para la noche del domingo un "festejo de la democracia" en el que se mostrará unida.
El Frente Amplio convocó por su parte a "celebrar la esperanza" en otro acto en Montevideo.
Orsi confía en regresar al Frente Amplio al sillón presidencial que perdió en 2020 tras gobernar durante tres periodos consecutivos, uno de ellos bajo Mujica (2010-2015).
El exguerrillero de 89 años se recupera de problemas derivados de un cáncer de esófago, fue de los primeros en votar.
"Capaz que es mi último voto", dijo, en silla de ruedas y rodeado de cámaras de televisión. Consultado por periodistas, señaló la seguridad pública y el crecimiento económico como los principales desafíos del próximo gobierno.
"Dos bloques muy parejos"
Más de 2,7 millones de uruguayos están llamados a las urnas para elegir al presidente y vicepresidente para 2025-2030, y renovar el Parlamento bicameral.
Además, deberán pronunciarse sobre dos plebiscitos.
El más polémico, impulsado por la central sindical única Pit-CNT con apoyo de sectores frenteamplistas, propone reducir la edad mínima de jubilación de 65 a 60 años y prohibir los planes de pensiones privados.
Tiene un 35-47% de respaldo en las encuestas. Los tres principales candidatos presidenciales han dicho que no lo votarán.
El otro plebiscito, promovido por todos los candidatos de la coalición y rechazado por la oposición, busca habilitar allanamientos policiales nocturnos en los hogares. Los sondeos muestran un apoyo de poco más del 50%.
"Es una elección con muchísima incertidumbre y muy competitiva, con dos bloques muy parejos. Esperamos una segunda vuelta entre Orsi y Delgado. Lo que no está tan claro es si habrá mayoría parlamentaria, porque muy pocos puntos de diferencia pueden generar movimientos políticos determinantes", dijo a la AFP el politólogo Adolfo Garcé.
"No creemos que se apruebe" el plebiscito sobre la seguridad social, añadió, pero si ocurre "podría generar un panorama muy complicado".
Analistas advierten que esa enmienda constitucional, que según el Pit-CNT costaría 460 millones de dólares al año pero los detractores calculan más del doble, podría dañar las finanzas de un país que aún se recupera de la pandemia y de una sequía récord en 2023, y que debe disminuir el déficit fiscal (-4,4% del PIB en agosto).
El sufragio es secreto y obligatorio. Una hora después del cierre de los centros de votación se esperan las proyecciones de boca de urna de las encuestadoras privadas.
La Corte Electoral podría tener datos indicativos de los resultados finales sobre las 22H00 (01H00 GMT del lunes), pero recién espera finalizar el escrutinio la madrugada del lunes.