Un violento tornado azotó el viernes Little Rock, la capital del estado de Arkansas, en el sur de Estados Unidos, causando importantes daños y varios heridos, según las autoridades, que no registran por el momento ninguna muerte.
"Se han producido daños significativos en el centro de Arkansas", tuiteó la gobernadora Sarah Huckabee Sander, quien declaró el estado de emergencia en el estado y movilizó a la Guardia Nacional.
"Sabemos que 24 personas han sido hospitalizadas en Little Rock y no tenemos conocimiento de ninguna muerte en este momento", escribió el alcalde de la ciudad, Frank Scott, también en Twitter.
Lara Farrar, periodista de una publicación económica local, dijo a la AFP por teléfono que estaba "totalmente conmocionada" por los destrozos cerca de su casa en Little Rock, una ciudad de 200.000 habitantes.
"Algunos de los edificios tenían los techos completamente volados", señaló, y compartió imágenes de casas destruidas, con las paredes parcialmente derribadas y árboles caídos.
La gobernadora Sanders también reportó "daños importantes" en la localidad de Wynne, al este de Little Rock.
Videos de periodistas locales compartidos en las redes sociales muestran una gran masa negra arremolinada rasgando el viernes por la tarde el cielo de Little Rock.
Alrededor de las 23H50 GMT del viernes, unas 90.000 personas se quedaron sin electricidad en Arkansas, y 45.000 en el vecino estado de Iowa, según el sitio especializado PowerOutage.us.
Los tornados, un fenómeno meteorológico tan impresionante como difícil de predecir, son habituales en Estados Unidos, especialmente en el centro y sur del país.
Hace una semana, un tornado arrasó Misisipi, mató a 25 personas y causó grandes daños a la propiedad. El presidente Joe Biden visitó el sitio el viernes.
Hasta diciembre de 2021, alrededor de 80 personas murieron después de tornados que azotaron Kentucky.