El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró este miércoles una emergencia nacional para prohibir a las compañías del país usar equipos de telecomunicaciones fabricados por empresas que supuestamente intentan espiar a EE.UU., lo que podría restringir los negocios con firmas chinas como Huawei.

El mandatario plasmó su decisión en una orden ejecutiva, que se dirige contra los "adversarios extranjeros" de EE.UU., pero no nombra específicamente a China.

La orden ejecutiva no impone automáticamente restricciones a la compra de equipos de telecomunicaciones, pero da al secretario de Comercio, Wilbur Ross, 150 días para establecer qué compañías deben estar sujetas a nuevas limitaciones por suponer un peligro para la seguridad de EE.UU.

En concreto, Trump expresó en la orden ejecutiva preocupación por la posibilidad de que compañías extranjeras usen su acceso a empresas de EE.UU. para robarles datos o sabotear servicios esenciales para el funcionamiento del país, como podría ser la red de transportes.

El motivo de la "emergencia nacional"

Trump proclamó la orden invocando una ley de 1977, que otorga autoridad al presidente para regular el comercio del país en respuesta a una "emergencia nacional". Al respecto, el mandatario argumentó que la intromisión de firmas de países rivales en las telecomunicaciones de EE.UU. supone una "emergencia nacional".

En un comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, consideró que la decisión de Trump busca "proteger los servicios y tecnología de información y comunicación" de EE.UU.

"El presidente -afirmó- ha dejado claro que esta Administración hará lo que sea necesario para mantener a EE.UU. seguro y próspero, y para proteger a EE.UU. de los adversarios extranjeros que están explotando de manera activa y cada vez más las vulnerabilidades en la infraestructura y los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones".

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