AFP
El presidente estadounidense, Donald Trump, ofreció el domingo mediar en la disputa territorial por el mar de China Meridional, en donde Pekín construye desde hace años islas artificiales.
La sorpresiva propuesta de Trump de mediar en este diferendo de décadas corre el riesgo de ser rechazado por China que, en repetidas ocasiones, dijo que Estados Unidos no tiene un papel en lo que insiste que es una serie de temas bilaterales.
Los comentarios de Trump se producen poco antes de que el presidente chino Xi Jinping comience en Hanói su visita de Estado a Vietnam.
China reivindica como propio la casi totalidad de este estratégico mar, por el que transita anualmente el equivalente de cinco billones de dólares en comercio. También se especula con la existencia de vastas reservas de petróleo y gas.
Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunéi y Taiwán también reivindican sectores de ese mar, y la disputa es considerada desde hace años como un conflicto potencial en Asia.
Hanói busca el respaldo de Washington. Pero nadie pudo hasta ahora frenar a China impidiendo que continuase la construcción de islas artificiales en el disputado mar.
Las islas pueden ser utilizadas como bases militares, y algunos de los actores de la disputa temen que China establezca pronto un control unilateral de la región.
La tensión registró un nuevo pico este año cuando Vietnam suspendió un proyecto de exploración de petróleo en una zona reivindicada por Pekín, por al parecer presiones de su vecino comunista.
En 2014 China envió una plataforma petrolera frente a las costas de Vietnam, lo que provocó violentas protestas en ese país.
Trump hizo su propuesta justo antes de partir de Vietnam hacia Filipinas, adonde llegó este domingo para una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
La propuesta no fue en lo inmediato aceptada por el presidente filipino, Rodrigo Duterte, que busca desde que llegó a la presidencia en 2016 estrechar los lazos económicos con China.
"Se lo agradecemos. Es muy amable, y una oferta generosa porque es un buen mediador", dijo el canciller filipino, Alan Peter Cayetano.
"Pero por supuesto los países que reivindican en la disputa deben responder en grupo o de manera individual y un sólo país no puede dar una respuesta inmediata porque la mediación concierne" a todos, dijo.
Duterte dijo que habló sobre la disputa con el presidente Xi en un encuentro el sábado en la ciudad vietnamita de Danang, al margen de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
"Nos aseguró nuevamente: 'No se preocupe, tendrá todos los derechos de paso. Eso también se aplicará a todos los países'", dijo Duterte a los periodistas al regresar a Manila.
Pero esto parece partir de la premisa de que China controlará el sector.
El lunes, China y los países miembros de la ASEAN deben anunciar en Manila que acordaron iniciar conversaciones sobre un código de conducta para el mar.
El primer ministro chino, Li Keqiang, promoverá esto como un importante avance, dijo la semana pasada el portavoz de la cancillería filipina, Robespierre Bolivar.
Sin embargo, las negociaciones no comenzarían hasta el año que viene y, por pedido de China, el acuerdo al que se llegue no será legalmente vinculante, dijo Bolivar.
Vietnam defiende un código de conducta vinculante, pero con Manila aceptando las demandas chinas, la ASEAN acordó en agosto que no tenga fuerza de ley.
China aceptó en 2002 iniciar negociaciones sobre un código de conducta pero las pospuso mientras, en paralelo, afianzó su expansionismo estratégico.