El presidente de EE. UU., Donald Trump, presentó este lunes su nueva estrategia de seguridad nacional, en la que pretende priorizar los intereses del país frente al mundo y en la que reconoce que potencias como Rusia y China se han erigido como "poderosos rivales" que pueden suponer potenciales amenazas.
En un discurso ofrecido en el Centro Ronald Reagan en Washington, el mandatario reconoció los nuevos retos a lo que se enfrenta EE. UU. durante la presentación de su estrategia de seguridad nacional, un documento que su equipo ha tardado en elaborar "casi un año", pero que pretende integrar "cada aspecto de la fortaleza estadounidense".
El mandatario insistió en que primero hay que reconocer "los errores del pasado para colocar a Estados Unidos en el lugar que merece" y enfatizó la necesidad de "crear fronteras", "proteger la patria" e incluir un plan económico internacional que defienda también sus intereses. "Ustedes hablaron alto y claro.
El 8 de noviembre (de 2016), votaron para hacer que Estados Unidos sea grandioso nuevamente. Aceptaron un nuevo liderazgo y nuevas estrategias y también una nueva y gloriosa esperanza", dijo el presidente, marcando un punto de inflexión con su victoria para el futuro estadounidense.
La Estrategia de Seguridad Nacional ordenada por el Congreso presenta a China y Rusia como sus máximos competidores, quienes pretenden redibujar el poder global para sus intereses, amenazando potencialmente a los Estados Unidos.
Pero Trump pretende hacer frente a dichas amenazas entendiendo también las necesidades de colaboración con Moscú y Pekín.