Google confirmó este viernes que fue condenado en México a pagar unos 245 millones de dólares a un particular por permitir la publicación de un blog que lo señalaba sin pruebas de diversos delitos, una decisión que impugnará en tribunales superiores.
En una breve declaración enviada este viernes a la AFP, Google México confirmó la sanción por "daño moral" tras el litigio interpuesto por un abogado acusando al gigante de internet de permitir dicha publicación.
"Lamentamos la sentencia (...), que consideramos arbitraria, excesiva y sin fundamento alguno. Google se defenderá hasta la última instancia", señala la declaración.
Este fallo, emitido el 13 de junio, "atenta contra la libertad de expresión y otros principios fundamentales y confiamos en que los tribunales federales actuarán en estricto apego a derecho", añade la declaración.
El demandante es el abogado Ulrich Richter Morales, quien acusa a Google -perteneciente al conglomerado Alphabet- de haber permitido la difusión de un blog que lo señala de presuntos delitos como lavado de dinero, tráfico de influencias y falsificación de documentos.
"Es un fallo muy importante y relevante en esta era tecnológica, en la era digital, y creo que fija un precedente de que también los buscadores tecnológicos pueden ser sujetos a una responsabilidad de daño moral y que no están exentos de ello", dijo Morales en entrevista.
El abogado añadió que la multa "debe de ser ejemplar para que el que causó el daño no lo vuelva a repetir y que otro ciudadano no pueda verse afectado en sus derechos".
Richter ha exigido desde 2015 que Google retire de internet el blog, con ocho breves entradas de 2014 y que aún se puede consultar.
Ante la negativa, Morales Ulrich entabló una demanda por daño moral, misma que ganó en primera instancia en 2021 y que Google apeló. Este caso podría llegar hasta la Suprema Corte.
La firma estadounidense, con sede en Mountain View, ha enfrentado demandas similares en otros países.
El 6 de junio, una corte australiana le ordenó indemnizar con 500.000 dólares al primer ministro de Nueva Gales del Sur, John Barilaro, quien reclamó que fue difamado en unos videos de un cómico difundidos en YouTube, propiedad de Google.