Esta semana, en una escuela de Yorkshire, Inglaterra, unos 40 niños colapsaron inexplicablemente durante una asamblea. Se pensó que podría haber sido producto del calor o un salidero de gas tóxico, pero los expertos descartaron estas dos hipótesis.
Fue cuando se empezó a hablar de histeria colectiva.
Hace poco más de un año, en una ciudad montañosa de Colombia unas 200 niñas se desmayaron misteriosamente. Se pensó que la causa podría ser la vacuna del virus de Papiloma Humano, pero tras varios análisis los especialistas descartaron esta hipótesis.
Fue cuando se empezó a hablar de histeria colectiva.
Estos dos casos coinciden con uno muy famoso ocurrido a finales de 2011 en a localidad de LeRoy en Nueva York, Estados Unidos. Varias adolescentes empezaron a experimentar temblores, gritos, resoplidos y aplausos involuntarios.
En un principio se pensó que sufrían el síndrome de Tourette, pero -como puedes imaginar- la "respuesta psicogénica masiva" (sí, histeria colectiva) parece ser la respuesta.
Si bien se desconocen las causas que produce esta especie de delirio colectivo, los expertos coinciden que se trata de una situación en que los signos y síntomas de una enfermedad se esparcen con rapidez en un grupo, sin que haya una causa biológica.
La histeria colectiva afecta el comportamiento, presenta síntomas parecidos a una enfermedad neurológica, pero cuando se hacen los análisis se descartan todas las enfermedades conocidas, no se puede explicar su causa.
Por descarte
En el caso colombiano, el ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria explicó entonces que las niñas habían presentado síntomas de desmayo, mareo, dolor de cabeza, adormecimiento y hormigueo en varias partes del cuerpo pero "cuando los médicos fueron a examinar clínicamente a las niñas, no encontraron ningún signo de enfermedad".
Para la especialista en psicología clínica Regina Bayo-Borrás, éste es un fenómeno físico y psíquico propio de la infancia, "cuando la personalidad no está suficientemente desarrollada", le dijo a La Vanguardia.
A propósito del caso de LeRoy, Bayo-Borrás explicó al diario español que en realidad cada día se dan casos de histeria colectiva en todo el mundo y que con frecuencia ocurren entre adolescentes entre 12 y 15 años, en ambientes cerrados en los que la convivencia es constante.
En 2002, los especialistas Robert Bartholomew y Simon Wessely publicaron un ensayo en la British Journal Psychiatry un ensayo donde explicaban que la respuesta psicogénica masiva es un reflejo de los problemas sociales del momento.
"Antes de 1900, los informes están dominados por episodios de síntomas motores tipificados por disociación, histrionismo y agitación psicomotora incubados en un ambiente de tensión preexistente. En el siglo XX se presentan síntomas de ansiedad desencadenados por rumores la exposición repentina a agentes tóxicos o intoxicación alimentaria", se lee en el estudio.
Los expertos también señalan que no hay una predisposición para la histeria colectiva, sino que se trata de una reacción del comportamiento que puede ocurrirle a cualquier persona en las circunstancias adecuadas.
Los brotes de estos delirios colectivos se producen sin aviso, lo que dificulta su estudio y -más importante- poder llegar a conclusiones científicas fehacientes.
Quizás esta es la razón por la cual el diagnóstico de este trastorno se produce por descarte, cuando las otras posibles causas comprobables son descartadas.