El ministro de Economía de Grecia es un experto en teoría de los juegos. ¿Pero puede esta teoría servir para predecir cuál será el resultado de las negociaciones?
La teoría de los juegos es precisamente lo que dice su nombre: es el uso de juegos para estudiar el comportamiento y la toma de decisiones.
El juego más famoso es el llamado "Dilema del prisionero".
Imagínate a dos prisioneros que deben elegir entre confesar o quedarse callados. Silos dos se mantienen en silencio, ambos van a la cárcel por un año.
Si uno confiesa y el otro se queda callado, el primero queda libre y el segundo recibe 20 años de cárcel. Si ambos confiesan, los dos reciben una condena de 5 años.
No pueden hablar entre ellos. Entonces, desde un punto de vista racional, ¿qué debería hacer cada uno? Lamentablemente para los prisioneros -más no para el carcelero- la respuesta es que los dos deberían confesar.
Aplicación
Ahora, si pensamos en la situación que enfrenta actualmente el gobierno griego, que necesita llegar a un acuerdo pronto con sus socios de la eurozona para evitar caer en cesación de pagos, ¿tendrá este problema el mismo resultado desafortunado que el del dilema de los prisioneros?
Yanis Varoufakis, ministro griego de economía, pasó su carrera académica estudiando la teoría de juegos.
En febrero de 2015, negó estar "ocupado diseñando trucos, estratagemas y opciones externas" utilizando la teoría de juegos "para mejorar una posición débil".
No obstante, la teoría debería aplicarse en situaciones como ésta en la que los resultados de cada jugador dependen de la acción de ambos. Dado que el mundo es un lugar inestable, el azar también puede jugar un papel.
La teoría de juegos toma esto en consideración.
Entonces, ¿cómo pudo Varoufakis haber visualizado el desarrollo de las negociaciones con el resto de la eurozona?
Él podría haber trazado un árbol de la decisión como el que vemos más abajo, con Grecia y los socios de la eurozona como los principales jugadores.
Podría haber incluido factores azarosos, que en el lenguaje de la teoría de los juegos se conocen como "naturaleza", y que también pueden afectar el resultado.
Los resultados -conocidos como recompensas- de cada jugador cuando el juego termina se ven entre paréntesis. Así, (1,0) sería un buen resultado para Grecia y uno malo para la eurozona, mientras que (1,1) sería bueno para ambos y (0,0) sería malo para todos.
¿Qué significa el árbol de la decisión?
Imagínate que Grecia mueve las fichas primera para evitar un default, poniendo un plan sobre la mesa.
Este plan involucra nuevos impuestos para los más ricos y cambios en las pensiones, evitando recortes en los gastos y obteniendo a cambio la cancelación de algunas de sus deudas.
Si el resto de la eurozona acepta este plan, Grecia queda contenta. Démosle un puntaje de recompensa de 1.
Para calcular cómo responderá el resto de la eurozona, uno tiene que ver qué pueden ganar si aceptan o rechazan el plan de Grecia.
Si la eurozona acepta este acuerdo, la unión económica permanecería intacta, pero tendría que flexibilizar sus estrictas reglas sobre políticas fiscales y aceptar pérdidas en los pagos que Grecia le debe.
Démosle a la eurozona una recompensa de ¾. Así, la recompensa total sería de (1, ¾ ).
Posibilidad de rechazo
¿Y si la eurozona rechaza el acuerdo? Entonces Grecia, imposibilitada de pagarle a sus tenedores de deuda a tiempo, podría caer en lo que se conoce como "default técnico".
Lo que sigue no está claro. Pensemos en dos posibilidades.
Primero podría darse el llamado "Grexit" (la combinación de Grecia y exit, que en inglés significa salida): Grecia abandona la eurozona y los demás miembros se quedan contentos.
Segundo, la salida de Grecia provoca el colapso de la eurozona.
El primer escenario es probablemente malo para Grecia, pero no para la eurozona -una recompensa de (0,1). El segundo es malo para todos, la recompensa es (0,0).
La verdad es que nadie sabe cuál de los dos se materializará, y aquí es cuando le toca el turno a la naturaleza.
Si las dos opciones son igualmente posibles, la recompensa sería bastante mala para los dos jugadores.
Qué esperar
¿Cuál es la conclusión? Ante la posibilidad complicada de que Grecia caiga en default -con los riesgos y el caos que esto podría significar- parece mejor para los socios de la eurozona evitar el default y aceptar, después de todo, el plan griego -o una versión suavizada.
Esto también es mejor para Grecia, así a diferencia del dilema de los prisioneros, los dos jugadores evitan las consecuencias negativas.
Esto es lo que se puede concluir. De ser así, habrá un acuerdo sin un default técnico. Pero, mucho depende de cómo funcione el plan acordado.