La televisión estatal de Corea del Norte anunció recientemente que pondrá al aire dos nuevas y modernas telenovelas que tratarán sobre temas ya familiares para los norcoreanos: el patriotismo y la lealtad en tiempos de guerra.
Según el sitio de noticias local DPRK Today uno tratará sobre la lucha de un agricultor contra soldados japoneses que intentan "robar al pueblo ginseng", una planta medicinal, mientras que el otro contará la historia de un agente secreto que lucha contra "enemigos malvados" que intentan destruir el país.
La lucha contra la ocupación japonesa de la península de Corea, que terminó en 1945 con la derrota del Imperio de Japón en la Segunda Guerra Mundial, es un terreno fértil para el drama televisivo de Corea del Norte.
En las telenovelas los personajes japoneses son comúnmente retratados como una fuerza de ocupación codiciosa y brutal.
DPRK Today señala que hoy las productoras norcoreanas buscan mejorar la calidad del género para que sus producciones atraigan al público internacional y no solo al nacional.
La agencia estatal de noticias KCNA destacó el éxito de la brillante serie televisiva de 2014 Bulletproof Wall ("Pared a prueba de balas"), que ganó un premio en un festival de cine en Moscú en 2016.
Sin embargo, las ventas internacionales de contenido televisivo norcoreano son prácticamente imposibles debido a las sanciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra el país.
Punto de vista estrecho
En Corea del Norte no hay canales privados y la estatal Televisión Central transmite regularmente películas que representan sacrificios personales realizados en la lucha patriótica contra enemigos japoneses y estadounidenses.
Según los observadores, este estrecho punto de referencia limita el drama televisivo y la realización de películas en el país.
Escribiendo para el Instituto para Asuntos de Paz en 2016, el desertor norcoreano Jung Myung-ho dijo que la mayoría de los dramas están diseñados para justificar la ideología del gobierno norcoreano y para promover el patriotismo y la lealtad como atributos clave para la gente.
Basándose en el tiempo que vivió en Corea del Norte, Jung señaló que los jóvenes que no han experimentado la guerra están menos interesados en estos dramas, incluso si son lo único que hay para ver "cuando la electricidad está funcionando".
La Televisión Central ofrece una dieta diaria de programación destinada a glorificar el régimen de la familia Kim y una sociedad donde prima el orden militar.
Incluso los programas para niños llevan mensajes de lealtad y patriotismo partidista, mientras que los espectadores adultos nunca están a más de unos minutos de la música marcial o de las imágenes del liderazgo y el poderío militar del país.
Giro
No obstante, una investigación publicada a finales de 2017 por la periodista Jean Lee, exjefa de la oficina del medio británico Associated Press (AP) en Pyongyang, reveló que en los últimos años ha habido algunos cambios en los temas que abordan las telenovelas norcoreanas.
En un informe publicado junto con el Instituto Económico de Corea, una organización con sede en Washington, Lee examinó cuatro programas de televisión que se emitieron en el país norcoreano entre 2012 y 2016.
Y descubrió algunos cambios importantes entre la era actual de Kim Jong-un y la de su padre y antecesor, Kim Jong-il, quien falleció a finales de 2011.
Por un lado, Lee confirmó que el joven Kim parece mucho más interesado en la televisión que en el cine, a diferencia de su padre, quien era un cinéfilo tan fanático que incluso secuestró a su director y a su actriz surcoreana favoritos en 1978.
Lee descubrió que en 2011, el último año de la vida de Kim padre, los estudios de cine estatales lanzaron 10 largometrajes. En 2013, estos estudios produjeron una sola película.
Pero además de virar su interés a la televisión, bajo Kim hijo las telenovelas empezaron a parecerse más a las de Corea del Sur, que ?aunque están prohibidas en el norte? igual se consiguen de contrabando y gozan de mucha popularidad.
Familia y problemas reales
Algunas de las telenovelas norcoreanas analizadas por Lee se centran en temas nunca antes abordados por la televisión de ese país.
Uno de esos temas es la familia.
"Lo que me resultó muy llamativo de los dramas que vi de la era Kim Jong-un es que (...) en vez de decir: 'Pon al estado y a Kim Jong-un primero', decían 'Pon a tu familia primero'", cuenta.
Para Lee se trata de "un intento por restaurar los vínculos familiares que capaz se rompieron bajo el largo régimen de Kim Jong-il, cuando a la gente se le dijo que priorice a los militares".
Otra de las cosas que llamó la atención de la periodista fue cómo las telenovelas por primera vez incorporaban algunos elementos más realistas de la vida en Corea del Norte.
Un ejemplo fue la comedia familiar Our Neighbours ("Nuestros vecinos"), que se desarrollaba en un edificio de gran altura del barrio Changjon Street de Pyongyang.
En un episodio puede verse cómo el barrio se queda sin electricidad ?algo recurrente en Corea del Norte? y los vecinos enfrentan la situación con humor.
Según el periodista Adam Taylor, del diario estadounidense The Washington Post, el mensaje del programa "parece claro: los norcoreanos deben ser ingeniosos y fuertes frente a los problemas".
Pero además, Taylor observa que "la serie parece diseñada para mostrar lo lejos que ha llegado la vida de la élite política de Corea del Norte en los últimos años, con muchas de las escenas centradas en el ascensor del edificio, una novedad de alta tecnología para la mayoría de los norcoreanos".
En ese sentido, estas nuevas telenovelas podrían estar intentando contrarrestar el efecto que ha tenido la llegada de numerosas producciones surcoreanas contrabandeadas.
Y es que, según varios detractores están permitiendo que los locales vean cómo la vida es "mejor" en el sur de la península y en otros lados.