El Parlamento de Tailandia aprobó este martes la legalización del uso de la marihuana con fines medicinales y de investigación, lo que convierte al país en el primero del sudeste asiático en unirse en esta práctica a Canadá, Australia, México, Brasil y algunos estados de EE. UU.
La enmienda presentada por el Gobierno a la ley de Estupefacientes de 1979 fue aprobada con 166 votos a favor y 13 abstenciones de los diputados del legislativo elegido a dedo por la junta militar en el poder desde el golpe de Estado de 2014.
La modificación contempla también la legalización con fines medicinales del kratom, un árbol del sudeste asiático cuyas hojas se emplean como estimulante, analgésico o narcótico.
La Asamblea Nacional aprobó además elevar de 17 a 25 el número de miembros del comité de control de narcóticos que se encargará de aprobar la producción, importación, exportación y posesión del cannabis y del kratom.
Según la reforma, la posesión de las dos sustancias será legal en cantidades necesarias para tratamientos junto a una prescripción o certificado emitido por médicos, dentistas o especialistas de medicina tradicional e indígena.
Una región especialmente dura en política antidrogas
Tailandia ilegalizó la marihuana en 1935 y hasta ahora se castigaba con hasta cinco años de cárcel la posesión o transporte de hasta diez kilos, mientras que con cantidades superiores las penas ascendían hasta quince años de prisión.
El sudeste de Asia cuenta con algunas de las legislaciones más duras contra las drogas que en los casos de Singapur, Indonesia o Malasia prevén la pena de muerte para los traficantes de estupefacientes, incluida la marihuana.