Por AFP/T13.cl
El presidente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el diplomático boliviano Diego Pary, suspendió una reunión extraordinaria prevista este lunes en esa entidad para evaluar la crisis institucional en Venezuela.
Bolivia, que asumió hoy la presidencia del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, presentó una nota oficial avisando de la suspensión de la sesión, que había sido solicitada por 20 países y el secretario general, Luis Almagro.
"Está suspendida", confirmó Pary a la prensa, poco después del acto de traspaso formal de las riendas del Consejo en la sede de la OEA en Washington.
De otro lado, Bolivia convocó una reunión informal, que debería ser a puertas cerradas, de todos los países, a las 16 horas locales, dos horas después de la prevista para la sesión suspendida.
Según comentaron diplomáticos venezolanos, su país no estuvo detrás de la determinación, la que -aseguraron a la agencia EFE- se debió a que sentían que la sesión se la había "impuesto" la presidencia anterior, que le correspondía a Belice.
Molestia general
La decisión, que no fue consultada, sorprendió a varias delegaciones diplomáticas, que rodearon a Pary antes de la ceremonia para obtener una explicación.
"Es desafortunado", dijo a AFP la embajadora de Canadá, Jennifer May Loton.
Loton dijo que Canadá y otros 17 países enviaron una nota a Bolivia solicitando que convoque de nuevo la reunión.
"Lo tomamos muy en serio", apuntó.
A ella se sumó la protesta de Costa Rica, a través de su cancillería. "Expresamos nuestra más enérgica protesta e insatisfacción, por la decisión de la presidencia del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos", manifestó.
El embajador mexicano ante la OEA, Luis Alfonso de Alba, calificó como "un abuso" y una "falta muy grave" la suspensión, la que consideró "unilateral" y "sin justificación" por parte de Bolivia.
La decisión también tuvo repercusiones en La Paz, donde el ex presidente altiplánico, Jorge Quiroga consideró la situación una "vergüenza hemisférica" y un acto de "servilismo" de su país hacia el gobierno de Nicolás Maduro.
La reunión fue solicitada el viernes por 20 países, al filo de la condena internacional sobre Venezuela luego que el máximo tribunal se atribuyó facultades legislativas y retiró la inmunidad a los parlamentarios, en fallos luego parcialmente anulados.
En la cita se pretendía debatir un proyecto de resolución presentado por 13 países, a fin de declarar las sentencias "una violación del orden constitucional" y resolver implementar "mecanismos interamericanos" para la "preservación de la democracia" en Venezuela, conforme a la Carta Democrática Interamericana.