La Corte Suprema de Brasil decidió este jueves que la homofobia es equivalente al racismo y por tanto debe tratarse en la ley como un delito penal similar, así como declaró "omiso" al Parlamento, que jamás ha legislado sobre el asunto.
La sentencia fue dictada en la sexta sesión que el Supremo le ha dedicado al asunto desde fines del año pasado y era esperada por los colectivos LGTBI+, que la consideraron "histórica" para un país en el que al menos una persona es asesinada cada día por los prejuicios que persisten sobre la orientación sexual.
El tema fue tratado pedido del Partido Socialista Brasileño (PSB), que denunció una "omisión del Parlamento" en un asunto vinculado a los derechos humanos que, pese a haber diversos proyectos de ley en ese sentido, se mantenían hasta ahora todos trabados por las presiones de los sectores más conservadores de la sociedad.
"Todo prejuicio es violencia. Toda discriminación es causa de sufrimiento, pero aprendí que algunos prejuicios causan más sufrimientos que otros, porque son heridas que castigan a la persona ya desde su hogar, aparta padres de hijos, hermanos, amigos, por la simple circunstancia de intentar vivir lo que se lleva como esencia y que no cumple con el disfraz socio-político determinante", afirmó la jueza Cármen Luzia al votar a favor.