François Hollande puede volver a París satisfecho por lo conseguido en su breve visita a Moscú, ciudad donde llegó este jueves para reunirse con su par ruso, Vladimir Putin, y coordinar acciones para combatir al Estado Islámico en Siria e Irak. Tras conversar con sus colegas de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido e Italia, Hollande encontró en Putin el mayor respaldo a su objetivo de lanzar ataques conjuntos contra la milicia radical, que atentó contra la capital francesa el pasado 13 de noviembre.

Los logros son notables: coordinación con la coalición liderada por Estados Unidos y el compromiso ruso de no bombardear más a los grupos rebeldes moderados. Hubo discrepancias, como era de esperarse, con respecto al rol que jugará el presidente Bashar al Assad en el futuro de Siria. Para Francia, ninguno. Para Rusia, Al Assad es un aliado natural en la lucha contra el terrorismo y debe mantenerse en su puesto.

“Hemos acordado que en breve nos coordinaremos tanto en el plano bilateral como en el de la coalición liderada por Estados Unidos, en general”, dijo Putin al término del encuentro, en el Kremlin. “Se trata de definir los territorios en los que se pueden lanzar ataques y en los que es mejor abstenerse de efectuar bombardeos”, especificó. Asimismo, la Fuerza Aérea de Rusia no volverá a atacar posiciones de rebeldes moderados.

Ataques de precisión

Hollande, en tanto, aseguró que “los ataques contra el EI se intensificarán” y que la coordinación con Rusia tendrá como resultado un incremento “en la eficacia de esas acciones”. El presidente galo sostuvo que “le he dicho al señor Putin que Francia está dispuesta y desea trabajar codo con codo con Rusia para lograr un objetivo común: la lucha contra los grupos terroristas y el EI, en primer lugar”.

Hollande adelantó que Francia centrará sus ataques en los yacimientos de petróleo controlados por el EI y los convoyes que transportan crudo desde Irak a otros países, a través de Siria, principal fuente de financiación de los yihadistas. El mandatario francés reconoció discrepancias con respecto a Al Assad. “Por supuesto, Assad no puede jugar ningún papel en el futuro de Siria. Pero para ello es necesario también que Rusia juegue uno de los papeles más preponderantes en este proceso (de arreglo político)”, señaló.

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