Rusia suspendió visita a Ankara tras el derribo de un caza y recomendó no viajar a Turquía, al tiempo que rebeldes turcomanos dijeron haber ejecutado a los pilotos rusos mientras descendían en paracaídas.

El presidente ruso dijo que el hecho afectará "gravemente las relaciones ruso-turcas”, pues el derribo de un caza rusos es “una puñalada en la espalda”, por parte del gobierno turco. Por su parte, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov dio a conocer que "se tomó la decisión de cancelar dicha reunión prevista para este miércoles en Estambul a nivel de ministros de Exteriores en el marco del llamado Consejo de Planificación Estratégica".

Lavrov destacó que "la gran cantidad de incidentes terroristas en territorio turco no es menor, según nuestros cálculos, que en Egipto", donde un avión ruso con 224 turistas fue derribado a finales de octubre en un atentado reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico. "Por ese motivo, por supuesto, recomendamos a nuestros ciudadanos, en viajes turísticos o de otra clase, que no viajen en estos momentos a Turquía", dijo.

Tras el siniestro del Airbus ruso sobre la península del Sinaí, Putin ya prohibió los vuelos a Egipto, lo que obligó a repatriar a más de 50.000 turistas rusos. Según la industria turística rusa, que advirtió de que el cierre de ese destino sería un durísimo revés para el sector, miles de turistas rusos se encuentran ahora en Turquía.

¿Complicidad con el terrorismo?

Putin acusó hoy a las autoridades turcas de ser "cómplices del terrorismo" por derribar el bombardero ruso que, según el jefe del Kremlin, se encontraba "a una distancia de un kilómetro de la frontera con Turquía" y criticó a Ankara porque, en lugar de entablar contacto con Moscú, "la parte turca se dirigió a sus socios de la OTAN para abordar este incidente". "Siempre vimos a Turquía no como un vecino cercano sino como un Estado amistoso", dijo.

Turquía, cuyo agregado militar en Moscú fue citado por la Cancillería de Rusia, mantiene que el siniestrado avión ruso se encontraba en su espacio aéreo y que sólo decidió derribarlo tras más de una decena de advertencias que sus pilotos ignoraron.

Por su lado, "nuestros compañeros abrieron fuego y mataron a los dos pilotos rusos mientras bajaban en paracaídas", dijo Alpaslan Celik, vicecomandante de una brigada turcomana siria cerca del pueblo sirio de Yamadi.

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