Hace 14 años Estados Unidos invadió Afganistán tras los ataques del 11 de septiembre de 2001. El objetivo de la ofensiva era desmantelar a al Qaeda y sus operaciones en el país asiático y retirar al Talibán del poder.

Y aunque Washington y sus aliados pusieron formalmente fin a sus operaciones militares en el país en 2014, tras el establecimiento un gobierno democráticamente elegido en Kabul, el conflicto no ha cesado.

Incluso antes de la caída de la ciudad norteña de Kunduz el lunes pasado, era claro que el gobierno afgano no había logrado ganar la batalla contra el Talibán.

Las perspectivas de lograr la paz parecieron mejorar en julio de este año,cuando miembros del Tailbán se reunieron con representantes del gobierno para entablar negociaciones.

El optimismo, sin embargo, rápidamente se colpasó cuando se anunció la muerte del fundador del Talibán, el mulá Omar.

Aunque el nuevo líder del movimiento, Mullah Akhtar Mansour, sugirió que podría apoyar nuevas conversaciones de paz bajo ciertas condiciones, la toma de Kunduz volvió a dar un duro golpe a las posibilidades de un avance.

Estados Unidos, por primera vez desde que comenzó a retirar a sus tropas de Afganistán, está teniendo un papel cada vez más activo en los combates contra el Talibán, particularmente en la provincia norteña de Kunduz.

Lo que muchos se preguntan ahora es si los hechos de los últimos días marcan el resurgimiento del Talibán tras casi una década y media de conflicto.

¿tras la guerra más larga -y la segunda más costosa- en la historia de Estados Unidos, se podrá algún día lograr la paz en Afganistán?

El costo

Un informe publicado en el períodico Financial Times en 2014, cuando EE.UU. puso fin formalmente a las operaciones militares en Afganistán, indica que la guerra en este país, le ha costado a Washington US$1 billón.

La guerra en Irak, según el Financial Times, le ha costado a EE.UU. US$1,7 billones.

La cifra de Afganistán no incluye los varios miles de millones de dólares que costarán a largo plazo las secuelas del conflicto.

Según el diario, que basó sus cálculos en cifras oficiales y análisis independientes, la cifra tampoco incluye los costos de mantener a personal militar estadounidense en Afganistán hasta fines de 2016 tal como está planeado,

"Es probable que la cuenta final de la guerra en Afganistán sume cientos de miles de millones de dólares más", afirma el Financial Times.

"El Pentágono ha indicado que necesitará fondos de US$120.000 millones en 2016-19 para operaciones en Afganistán, aunque el costo final dependerá de las futuras misiones que decida la Casa Blanca", agrega.

Amenaza

Después de 14 años, decenas de miles de muertos y miles de millones de dólares gastados, el Talibán continúa amenazando al país.

"De pronto la discusión ahora es si esto marca el momento en que un renaciente Talibán comienza su estrategia para reemplazar al gobierno de Afganistán", explica Justin Rowlnad, corresponsal de la BBC en el sur de Asia.

"Pero estas escenas de guerra tan familiares en Afganistán no significan que se haya perdido toda esperanza de una paz negociada. De hecho, la feroz batalla por Kunduz podría en realidad ayudar a lograr un paz negociada", agrega.

Según el corresponsal, nadie esperaba que el conflicto terminara rápidamente con el inicio de las conversaciones.

"Se sabía que cuando las fuerzas de la coalición comenzaran a retirarse en diciembre, iba a ver un derramamiento de sangre porque el Talibán pondría a prueba la determinación de las fuerzas afganas".

"Y (la batalla) de Kunduz ha demostrado que el Talibán sigue siendo una fuerza formidable de combate", explica el corresponsal de la BBC.

Lea: Por qué el gobierno de Afganistán y el Talibán pelean con tanta fiereza por Kunduz

Implicaciones

Todavía quedan en Afganistán unos 10.000 soldados estadounidenses. Se espera que la mitad se retiren en diciembre y que en 2016 se lleve a cabo un retiro total de las tropas.

Según el corresponsal de la BBC, el éxito del asalto de Kunduz podría tener una repercusión en los planes de la Casa Blanca.

"Kunduz podría forzar a los estadounidenses a reconsiderar su política en Afganistán. Y esto podría debilitar al Talibán a largo plazo".

Y también podría empujar al Talibán a no descartar la idea de lograr un acuerdo negociado.

"Muchos observadores creen que los líderes del movimiento saben que nunca lograrán retomar el control de Afganistán, así que esto abre la posibilidad de algún tipo de compromiso político", dice Justin Rowland.

"Y el Talibán podría usar a Kunduz como parte de cualquier negociación en el futuro", agrega.

La mala noticia es que los hechos de los últimos días también confirmar que es probable que los combates continúen durante un tiempo muy largo.

Escepticismo

Las autoridades afganas esperan que Washington reconsidere su política y que los hechos en Kunduz conduzan a que el presidente Obama explore nuevas alternativas para mantener a más tropas en el terreno afgano.

"¿Realmente desean ver que la enorme inversión que hicieron (en Afganistán) se convierta en polvo?", le planteó a la BBC el exministro del interior afgano Mohammad Omar Daudzai.

El ejército afgano sólo podrá detener el avance del Talibán a largo plazo con una mayor presencia de tropas estadounidenses.

Y esto, a su vez, podría convencer al Talibán de acercarse a la mesa de negociaciones.

El problema, aseguran los expertos, es que los sondeos de opinión han demostrado que la mayoría de los estadounidenses piensan que esta guerra fue una mala idea.

Y es probable que la enorme factura del conflicto de 14 años en Afganistán, y las escenas de guerra de los últimos días, sólo sirvan para aumentar el generalizado escepticismo de los contribuyentes en Estados Unidos.

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