El ministro británico de salud Matt Hancock saludó el domingo el momento "histórico" que supone el comienzo el martes de la campaña de vacunación contra el COVID-19 en Reino Unido
El Reino Unido, el más golpeado de Europa por la pandemia, con más de 60.000 muertos, se convirtió esta semana en el primer país occidental en aprobar el uso de una vacuna contra el COVID-19, tras dar su autorización a la propuesta de Pfizer y BioNTech.
El ministro Matt Hancock, que recientemente designó el primer día de la campaña de vacunación como el "V-day", destacó que "la semana que viene representa un momento histórico".
La campaña de vacunación seguirá un orden de prioridad que comienza con residentes y trabajadores de geriátricos, personal médico y mayores de 80 años.
El personal sanitario "trabaja todo el fin de semana para preparar el lanzamiento del programa, y las primeras vacunas se producirán a partir del martes" precisó el Sistema nacional de salud (NHS) Inglaterra.
Para ello se han instalado "hubs" en 50 hospitales ingleses, y luego se organizarán un millar de centros de vacunación, según el ministerio de salud.
Pero la distribución será complicada a nivel logístico puesto que este tratamiento requiere permanecer a muy bajas temperaturas. Para ello serán transportadas las dosis por una empresa especializada, y su descongelación durará varias horas.
Según la prensa británica, la reina Isabel II de Inglaterra recibirá en las próximas semanas la vacuna Pfizer-BioNTech.
La soberana de 94 años y su esposo, el príncipe Felipe, de 99, estarán entre los primeros en ser vacunados de acuerdo con el Sunday Times y al Mail on Sunday, destacando este último que se les dará prioridad por su edad y no por un trato preferencial.
Según el periódico, los dos lo revelarán una vez que se les haya administrado la vacuna para "animar al mayor número posible de personas a vacunarse", en medio de temores de que los activistas antivacunas siembren dudas en la población.