Un refugiado ruso emigró a Chile en busca de mejores oportunidades económicas al ser víctima de discriminación y abuso laboral reiterado en Uruguay por su condición de migrante.

El afectado presentó una demanda en contra del Estado uruguayo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por las vulneraciones que recibió mientras trabajaba en el país, informa El País Uruguay

"En todo este camino no encontré a ninguna persona que me ayudara; ahora la Comisión Interamericana (de Derechos Humanos) analizará mi caso", explicó "Alejo", ya que su nombre real se mantiene en reserva.

En su demanda, Alejo indica que la Ley N° 18.076 establece que "el Estado debe garantizar a los refugiados y solicitantes de refugio el goce y ejercicio de los derechos civiles, económicos, sociales y culturales y todos los demás derechos inherentes a la persona humana (...)", y en su caso "las normas no fueron cumplidas".

"Trabajé como peluquero, pero sin tener residencia legal; lo que sucedía era que me contrataban por tres meses y no me renovaban el contrato laboral, eso no me permitía alcanzar estabilidad laboral ni tampoco acceder a inscribirme en planes o cooperativas de vivienda", remató.

Alejo revalidó sus estudios y realizó dos cursos en la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). Además postuló para dictar clases en UTU de Montevideo y Maldonado. Sin embargo no lo dejaron ejercer, porque no es "ciudadano uruguayo".

"En Chile reciben al extranjero y le permiten trabajar, pero yo aposté a un proyecto de vida en Uruguay, un país que amo. Me gustaría regresar porque ahí me sentía muy cómodo, tengo amigos", sentenció quien actualmente trabaja como docente  y además ejerce como peluquero en un salón de belleza en nuestro país.

Él y su pareja fueron víctimas de un ataque homofóbico que casi le costó la vida. 

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