Un joven de 22 años que sufrió un horrible accidente automovilístico se convirtió en la primera persona del mundo que recibe un exitoso trasplante conjunto de cara y de ambas manos, anunció el miércoles (03.02.2021) el equipo médico del hospital de la Universidad de Nueva York.

Joe DiMeo, de Nueva Jersey, sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo en julio de 2018, tras dormirse mientras conducía a su casa luego de trabajar en la noche. Su automóvil volcó y luego explotó.

La cirugía tuvo lugar el 12 de agosto de 2020 y duró unas 23 horas.

Involucró un equipo de 96 personas dirigidas por el cirujano Eduardo Rodríguez, director del programa de trasplante de cara del NYU Langone.

"Todos nosotros opinamos de manera unánime que Joe es el paciente perfecto", dijo Rodríguez. "Es el paciente más motivado que he conocido".

Este fue el cuarto trasplante de cara realizado por Rodríguez, y el primero de manos conducido bajo su dirección.

Pocas probabilidad de compatibilidad

Se conocen otros dos intentos de trasplantes de cara y manos simultáneos, pero ambos fracasaron. Uno de los pacientes murió a raíz de complicaciones causadas por una infección, mientras el otro debió sufrir una amputación de las manos trasplantadas.

Un test de anticuerpos reactivos señaló que DiMeo rechazaría un 94% de los donantes, por lo cual hallar uno compatible requirió una búsqueda por todo el país equivalente a "encontrar una aguja en un pajar", dijo Rodríguez.

El donante compatible fue finalmente hallado en Delaware, a través del programa de donantes Regalo de Vida (Gift of Life).

DiMeo recibió un trasplante de ambas manos hasta la mitad del antebrazo, incluidos los huesos radio y cúbito, tres nervios dominantes, seis venas sanguíneas que requirieron conexiones vasculares y 21 tendones.

También tuvo un trasplante total de cara, incluida la frente, cejas, ambas orejas, nariz, párpados, labios y huesos del cráneo, pómulos, nariz y mentón.

No podía tener una vida normal

Aunque otro conductor que pasaba por el lugar consiguió rescatarlo del coche en llamas, el accidente resultó en varios dedos amputados, graves cicatrices en la cara y la pérdida de labios y párpados, lo cual afectó su visión y su capacidad de llevar una vida normal e independiente.

Pasó cuatro meses en la unidad de quemados, donde recibió numerosos injertos y transfusiones de sangre que le salvaron la vida. Los médicos lo colocaron en coma inducido durante dos meses y medio.

Tras la operación, DiMeo asegura que ahora tiene "una segunda oportunidad en la vida" y envió un mensaje de esperanza.

"Siempre hay luz al final del túnel, nunca te des por vencido", dijo el paciente el miércoles en una conferencia de prensa organizada por NYU Langone Health, que llevó a cabo esta operación pionera.

"Estoy impaciente por regresar al trabajo", afirmó.

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