Durante la jornada de este miércoles, el Jefe de Seguridad del estado de Guerrero en México fue acusado por el asesinato del alcalde de Chilpacingo, quien murió decapitado a a menos de una semana de que asumiera el cargo. Los fiscales mexicanos informaron que este martes detuvieron a quien se desempeñaba como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad.

Alejandro Arcos, autoridad de Chilpacingo, capital del estado de Guerrero, fue asesinado el 6 de octubre. Su cuerpo fue hallado con la cabeza colocada sobre el capó de una camioneta.

Según lo que informan medios mexicanos como Milenio y El Universal, el detenido fue identificado como Germán Reyes. El sospechoso enfrentaría cargos por homicidio en relación con la muerte de Arcos.

Es necesario recordar que Arcos había sido electo en junio como parte de una coalición opositora que incluía al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que condenó su asesinato calificándolo de "crimen cobarde" y exigió justicia.

Los presuntos vínculos criminales del principal funcionario de seguridad que fue arrestado

Durante la audiencia, el Ministerio Público acusó a Reyes de ser un miembro del grupo criminal Los Ardillos. Esto, además de que se le imputa el asesinato del alcalde porque la autoridad se habría negado a nombrar funcionarios que quería imponer el clan de delincuentes, según lo que constató AFP.

Los Ardillos es una de las bandas que controla la venta de droga en el estado de Guerrero, además de estar involucrados en casos de secuestro y extorsión. El detenido negó las acusaciones en su contra y aseguró que nunca conoció al alcalde. Además, señaló que estaba siendo ocupado como "un chivo expiatorio" y que su caso es "un asunto político".

Según los datos que entregó la Fiscalía de México, Arcos fue decapitado vivo y su muerte fue producto de una "hemorragia masiva".  Hace una semana, se hallaron 11 cuerpos desmembrados de un grupo de 17 personas que estaban desaparecidas desde octubre. Según la información que entregaron las autoridades, las víctimas habrían sido secuestradas por Los Ardillos.

Los políticos de México, especialmente a nivel municipal, suelen ser blanco de violencia relacionada con la corrupción y el narcotráfico, una industria que mueve miles de millones de dólares. Guerrero, uno de los estados más empobrecidos del país, ha sido escenario de años de violencia vinculada a los enfrentamientos entre cárteles por el control de la producción y el tráfico de drogas.

A partir de diciembre de 2006, se implementó una polémica estrategia antidrogas con apoyo de las fuerzas militares. Desde ahí, México ha registrado más de 450.000 muertes violentas y decenas de miles de desapariciones, según cifras oficiales.

Publicidad