El venezolano Arturo Sosa rompió este viernes con una larga tradición al convertirse en el primer no europeo en ser elegido "papa negro".

Así se conoce al superior de la Compañía de Jesús por la influencia de la congregación en el Vaticano y por el color del traje.

Sosa, de 64 años, es el primero de los 31 superiores de la historia de los jesuitas nacido fuera de Europa.

La elección en Roma del politólogo fue celebrada en su país, Venezuela, donde se destaca su papel de mediador y de "líder sin perfil mediático".

Los jesuitas son en Venezuela una fuerza que va más allá de la religión, y Sosa, desde su papel discreto, es fiel exponente de ello.

Dirigió el Centro Gumilla, un laboratorio de ideas (think tank) dedicado a la investigación y la acción social en el que la economía y la política van de la mano a la teología.

Image copyrightCONGREGACIÓN GENERAL DE LOS JESUITAS
Image captionEl padre general de los jesuitas es conocido como el "papa negro"

En los años 80, Sosa convocó ahí grupos de discusión sobre asuntos como larenta petrolera, gran tema debate aún hoy en día en el país. También se interesó por los derechos humanos -otro tema caliente en la actualidad- y fue capaz de reunir a sectores rivales para pensar y debatir.

"La reuniones querían incidir en el país", recuerda en conversación con BBC Mundo el padre jesuita Jesús María Aguirre, que fue profesor de Sosa.

Mediador

Pese a su discreción, su figura salió a la luz cuando los cabecillas militares del intento de golpe de Estado en 1992 pidieron que fuera uno de los mediadores.

Entre ellos estaba un joven Hugo Chávez. Los militares iban a ser trasladados de cárcel y temían un atentado. Sosa fue uno de los garantes de su seguridad.

"Aquella mediación hizo que algunos lo tildaran de protector, de filochavista, pero él actuó como sacerdote", recuerda el padre Aguirre.

Eso generó dudas en algunos cuando en 2004 fue nombrado rector de la Universidad Católica de Táchira.

El estado fronterizo con Colombia, en el oeste del país, pasa por ser uno de losbastiones opositores al chavismo.

Las protestas de estudiantes de este centro fueron el germen de las que en 2014 tuvieron lugar con un saldo de 43 muertes y la detención, entre otros, del líder opositor Leopoldo López.

"No lo percibían bien", rememora Aguirre los inicios de Sosa como rector.

Pero en la compleja y violenta zona fronteriza de Táchira actuó de mediador silencioso en conflictos, destacan sus allegados.

Distancia crítica

Ahora, la percepción de él es distinta.

"Lo llaman chavista y lo llaman opositor: tiene un liderazgo equilibrado", afirma a BBC Mundo Luisa Pernalete, amiga de Sosa y dirigente de Fe y Alegría, una influyente organización creada por los jesuitas y dedicada a la educación y la promoción social de los más desfavorecidos.

"No era chavista en el sentido de ser su legítima voz, de hecho ahora en sus escritos se ve una distancia crítica fuerte", asegura el padre Aguirre.

La oposición recibió este viernes con alegría la elección de Sosa.

"Felicitaciones al Padre Arturo Sosa! Nuevo superior general de los jesuitas! Primera vez que un no-europeo ocupa esa posición! Adelante Padre", escribió en la red social Instagram Henrique Capriles, uno de los líderes opositores.

Ataque jesuita

Más silencio hubo desde el oficialismo, que ha recibido duras críticas de los jesuitas venezolanos en los últimos tiempos.

El 3 de octubre, el segundo máximo responsable de la Compañía en el país, el padre Francisco José Virtuoso, firmó una carta pública en la que se criticaba la actual situación de crisis que atraviesa el país y señalaba claramente a los responsables.

"El presente es tiempo de tragedia para Venezuela", decía la carta, celebrada por la oposición como un ataque al gobierno.

"La crisis venezolana es de carácter fundamentalmente político. Se ha roto la legitimidad del gobierno", afirmaba con contundencia.

"El autoritarismo político y la hegemonía comunicacional pretenden imponer un mundo demagógico y falso", agregaba la carta.

El líder jesuita daba el dato de que "más del 70% está a favor del Revocatorio al Presidente de la República" en referencia al referendo contra Nicolás Maduro que impulsa la oposición.

En la carta, el padre Virtuoso hablaba también del "discurso vacío de los voceros oficiales, la represión y las políticas erradas".

El ascenso de un jesuita venezolano en Roma coincide en un momento en el que tanto gobierno como oposición han acordado que el papa Francisco, que también es jesuita, actúe como mediador.

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