Una profesora fue arrestada por llegar ebria el primer día de clases y no sólo eso, sino que también beber alcohol dentro de la sala.
Kimberly Coates, de 53 años, conocida ahora como la “maestra borracha”, hacía clases en el tercer grado —donde asisten los niños de entre 8 y 9 años— de una escuela de Perkins, en el estado de Oklahoma, Estados Unidos.
Al llegar la Policía al establecimiento, los agentes le pidieron abandonar la sala por su comportamiento. Un registro captado por una cámara corporal de uno de los oficiales da cuenta de que Coates estaba desorientada, suplicando no ser arrestada dentro de las instalaciones de la escuela.
La maestra aseguró que su comportamiento “extraño” se debía a que consumió medicamentos para la ansiedad. Asimismo, se le preguntó por el contenido de su taza, ante lo cual indicó que era jugo.
Sin embargo, según exponen distintos medios norteamericanos, entre ellos New York Post, un policía olió la taza y constató que se trataba de vino.
Posteriormente se le realizaron los exámenes de alcoholemia correspondientes, donde la mujer superó tres veces el límite legal de alcohol en la sangre para conducir, según la Policía.
Aunque negó haber bebido alcohol en la sala de clases, les dijo a los agentes que supuestamente había tomado “media caja de vino” el día anterior. Sin embargo, no pudo sostener esta versión y acabó confesando que bebió camino al trabajo.