El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, calificó la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venzuela de suspender de sus funciones al órgano que encabeza como un ataque de autoritarismo por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
"Esto claramente es un golpe de Estado", le dijo Borges a la agencia Infobae.
Poco después, en una convocatoria de prensa, instó "a las Fuerzas Armadas a defender la Constitución y la democracia (...) Sabemos que a un inmenso porcentaje de ellas los aquejan los mismos males del pueblo".
La determinación de la Suprema se tomó por considerar que el parlamento, de mayoría opositora, se encontraba en "desacato" desde el año pasado, debido a una serie de supuestos incumplimientos, y traspasó las labores a sus propias manos.
La oposición asegura haber cumplido con todos los "rituales" solicitados del Tribunal Supremo, entre ellos desincorporar a tres diputados de la Amazonía, cuyas elecciones fueron impugandas.
Esta situación se suma a otra tomada por la Suprema hace dos días, cuando le quitó su inmunidad a los diputados y le entregó atribuciones especiales al presidente.
"Estas sentencias del Tribunal Supremo son tan débiles, que han demostrado que el gobierno está tan fracturado, corrompido y decadente, que lo único que le queda es violar a la constitución. Nicolás Maduro ha perdido la legitimidad, la autoridad y cualquier vestigio de gobernar con la constitución. Lo único que le queda es la fuerza bruta y la represión, pero frente a eso está el pueblo venezolano dispuesto a cambiar su historia", agregó la cabeza de la depuesta Asamblea Nacional.
Los especialistas interpretan que la polémica determinación es una represalia al apoyo que le dio la Asamblea Nacional al deseo de la OEA de activar la Carta Democrática Interamericana, que supondría que el bloque acepta que en Venezuela hay una alteración del orden constitucional y democrático, por lo que se le excluiría temporalmente de la Organización.
Borges manifestó los diputados se encuentran buscando una fórmula para combatir el dictamen. Además, llamó a una manifestación en las calles para este sábado.
El presidente del Parlamento aseguró que presentarán denuncias contra los involucrados en esta determinación, tanto dentro como fuera de su país, por "crímenes de lesa humanidad".
"Quienes violen la Constitución de Venezuela hoy se pueden creer Superman, pero mañana serán perseguidos por destruir nuestra democracia", sentenció.