Los guaraníes le dicen Ka´a He´e. Es el nombre con el que aborígenes de Paraguay y Brasil conocen a la stevia, una planta sobre la que se cierne una disputa de propiedad que enfrenta a comunidades ancestrales con poderosas multinacionales.
La stevia entró en el radar de los occidentales por sus calidades edulcorantes.
Las grandes firmas de refrescos y otras multinacionales de alimentos la ven como una alternativa potencialmente más saludable que el azúcar.
Pero dirigentes guaraníes de las comunidades Paî Tavyterâ y Kaiowa, respaldados por organizaciones no gubernamentales europeas, alegan que los indígenas no están siendo compensados apropiadamente por su descubrimiento de las facultades edulcorantes de la planta, y exigen que se le reconozcan derechos de propiedad intelectual.
El boom
"En noviembre de 2015 publicamos un informe que denunciaba el lado oscuro del boom económico de la stevia", le dice a BBC Mundo Laurent Gaberell, responsable de agricultura, biodiversidad y propiedad intelectual en Public Eye, una de las entidades europeas que encabezan la campaña.
"Los guaraníes, que son los que descubrieron las características edulcorantes de la stevia, no están recibiendo su parte de los beneficios de la explotación económica de su conocimiento, tal como lo requiere la Convención sobre Diversidad Biológica y el Protocolo de Nagoya", alega Gaberell.
La coalición de organizaciones no gubernamentales ha pedido ésta y otras reivindicaciones para las comunidades guaraníes.
Un año después están empezando a ver resultados de la campaña, asegura Gaberell.
"Contactamos a varias empresas que utilizan o producen derivados de stevia para preguntarles si estarían dispuestos a cumplir con sus obligaciones y negociar con los guaraníes un acuerdo de distribución de los beneficios".
"Ya tenemos varias empresas que se declaran dispuestas a negociar con ellos", agrega.
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Un reciente informe de la coalición, discutiendo los avances de la campaña, señala que la multinacional suiza Nestlé apoya el principio de participación justa y equitativa en la distribución de los beneficios derivados de la utilización del material genético.
Y en la actualidad, señala el informe, la firma "está evaluando la posibilidadde involucrarse más en el tema".
El documento también señala a otras empresas suizas de alimentos como Goba y Bernrain entre las firmas que han tenido una recepción positiva a este tipo de iniciativa.
Respuesta
Sin embargo, la campaña dice no haber tenido respuesta parecida de otras multinacionales como Coca Cola y Pepsi.
"No quieren saber nada de este tema", dice Gaberell a BBC Mundo.
Un vocero de Coca Cola le suministró a BBC Mundo esta declaración de la empresa sobre el asunto.
"Nosotros y nuestros proveedores de stevia son miembros del Consejo Internacional de la Stevia, que está involucrado con campesinos paraguayos para promover un ambiente para el cultivo comercial de la stevia, con más valor retornando a los campesinos locales. Como una empresa, nosotros creemos en generar oportunidades económicas para todos los asociados a nuestra cadena de suministro y aspiramos a obtener nuestros ingredientes agrícolas de una manera más sostenible", asegura la declaración de Coca Cola".
BBC Mundo también contactó a Pepsi pero hasta el momento de la publicación de este artículo no había obtenido una respuesta.
Gaberell, de la organización Public Eye, asegura que su coalición de organizaciones no gubernamentalesestá ayudando a que las comunidadesguaraníes se organicen para establecer cuáles van a ser sus estrategias y exigencias de negociación, con miras a las eventuales conversaciones con las multinacionales.
Hasta 60.000 beneficiados
Gaberell anticipa que el proceso de conversaciones entre las multinacionales y los indígenas será largo.
"Tomará por lo menos tres años" para que las primeras negociaciones tengan lugar y los eventuales beneficios concretos empiecen a llegar a las comunidades, asegura.
Según el vocero, ni el gobierno paraguayo ni el brasileño se han visto involucrados hasta el momento en la negociación.
Hay bastante en juego.
Las comunidades específicas de los guaraníes que esperan poder beneficiarse de un acuerdo para repartir beneficios con las multinacionales tienen una población de cerca de 46.000 en el lado brasileño y aproximadamente 15.000 en Paraguay.
Comunidades que están a la espera de un arreglo en el que su conocimiento ancestral de esta planta se traduzca en más beneficios económicos tangibles.