El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al cual pertenece el vicepresidente del país, Michel Temer, aprobó por aclamación su salida del gobierno de Dilma Rousseff. 

"A partir de hoy, en esta reunión histórica del PMDB, el PMDB se retira de la base del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y nadie en el país está autorizado a ejercer cualquier cargo federal en nombre del PMDB", proclamó el senador y vicepresidente del partido, Romero Jucá, que presidió una reunión de menos de tres minutos en el Congreso en Brasilia, en medio de aplausos y de gritos de "¡Brasil presente, Temer presidente!", en referencia al vicepresidente Michel Temer, favorable a la ruptura.

El PMDB también decidió que sus seis ministros debían entregar los cargos, una medida que genera resistencias en algunos de los concernidos.

La decisión "requiere la inmediata salida del gobierno y la entrega de todos lo cargos", exigió Jucá. La partida del PMDB, principal bancada en ambas cámaras, debilita a Rousseff, que enfrenta un proceso de destitución por supuesto maquillaje de las cuentas públicas.

"El gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, llegó a su fin", afirmó, por su parte, el líder opositor socialdemócrata Aecio Neves, quien junto a otros dirigentes prometió respaldar a quien suceda a la mandataria de izquierda en caso de impeachment.

"El gobierno de Dilma terminó. La salida del PMDB cierra la tapa del ataúd de un gobierno moribundo", dijo Neves, derrotado en las elecciones de 2014 por Rousseff por estrecho margen.

"La partida del PMDB, en mi apreciación, provocará la de otras fuerzas que aún apoyan al gobierno", añadió el senador, jefe del PSDB, el partido al que pertenece el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

La semana pasada Neves se reunió con Temer, que se convertiría en el nuevo jefe de Estado hasta 2018 si Rousseff, acusada de manipulación de las cuentas públicas, es separada del cargo por una moción de impeachment (juicio político) en el Congreso.

Neves afirmó que, al igual que en 1992, cuando el Congreso destituyó a Fernando Collor, los partidos que impulsan la salida de Rousseff deben colaborar con un eventual nuevo gobierno.

"Tenemos la responsabilidad del día siguiente. Nuestra primera alianza debe darse en torno a un programa mínimo, de emergencia", afirmó Neves.

"Nos cabe dar sustentento político a la transición", declaró. Pero si asume, Temer "tendrá que demostrar que está en condiciones de mantener ese apoyo, aceptando una agenda dura, que no es simple para el país. Una agenda de sacrificio", agregó.

Neves aseguró que no piensa ocupar ningún cargo ministerial: "No está entre mis prioridades", dijo. La cúpula del PSDB discutirá el lunes próximo con el ex presidente Cardoso una potencial transición y el programa que debería implementarse para paliar la feroz crisis económica que sacude a Brasil. 

En la conferencia de prensa participaron dirigentes de otros cuatro partidos: DEM (derecha), PSB (socialistas), PPS (izquierda, excomunistas) y y Solidariedade (una fuerza de origen sindical).

Todos ellos rechazaron las acusaciones de Rousseff y de su predecesor Luiz Inacio Lula da Silva, que denuncian que el impeachment equivale a un golpe de Estado.

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